Los gallegos que residen en Reino Unido están preocupados y con cierto temor ante la pasividad del Gobierno británico respecto a la ausencia de medidas para frenar el coronavirus mientras el resto de Europa ya aplica restricciones. De momento, no se ha decretado ni el cierre de escuelas o negocios, ni de establecimientos hosteleros o de ocio para prevenir la expansión del Covid-19, aunque grandes empresas y universidades adoptan ya programas especiales: teletrabajo para los profesionales y clases online para los estudiantes. Mientras, el Gobierno británico elabora planes que, en el peor de los escenarios, plantean casi ocho millones de hospitalizaciones cuando llegue el momento más crítico, según informó ayer el primer ministro, Boris Johnson.

"Mi marido y yo trabajamos en multinacionales y nos han mandado a casa con teletrabajo, pero nuestros tres hijos tienen clases en el colegio. Es una controversia. Uno de ellos va mañana (por hoy) de excursión a un museo", explica Jaione Pagazaurtundúa. Esta profesional gallega destaca que las empresas y la propia gente tienen una gran conciencia social y se están organizando. "Van por delante del Gobierno. Hay una preocupación compartida de no saber que va a pasar. El Gobierno cree en la estrategia de la minimización, pero a iniciativa propia muchos mayores ya toman medidas", explica.

Olga García es una viguesa que trabaja desde hace seis años en Reino Unido y es manager de una empresa especializada en asistencia domiciliaria. "Nuestros clientes son personas con más de 80 años y con muchas posibilidades de contagiarse al no haberse adoptado medidas restrictivas. Estoy enfadada porque parece que quieren evitarse pagar pensiones. Los pubs están llenos e incitan a todos a salir. Se ha desatado la locura y en los supermercados el papel higiénico vuela. Nosotros hemos sido previsores y trabajamos con mascarilla y guantes, también aconsejamos a nuestros pacientes algunas medidas de prevención para evitar contagiarse, y hoy mismo el Gobierno al fin ha dado los primeros consejos „el primer ministro británico pidió ayer a los ciudadanos que eviten cualquier contacto social "no esencial" para minimizar la propagación del coronavirus„ . Es patético porque tampoco están dando cifras reales de contagios y fallecidos", lamenta.

Amaia del Río es alumna de último curso de Derecho y Relaciones Internacionales en la University of London, de momento sigue con clases pero ayer recibieron la notificación de que a partir de mañana se suspenden las clases y el curso se terminará online, posiblemente sin exámenes presenciales. "Cualquier contacto con los profesores será, a partir del miércoles, solo por la plataforma de internet, y seguramente también los exámenes. Mi Universidad ha sido de las últimas en adoptar la medida, aunque muchos estudiantes dejaron de asistir las últimas semanas por el coronavirus". Esta joven ferrolana sostiene que la vida en la capital británica: "Es normal, ni se guardan distancias entre personas, ni se utilizan mascarillas, pero se nota la preocupación en los supermercados, es imposible encontrar papel higiénico o jabón para lavarse las manos".

Paula Portas trabaja en el gobierno local de Londres. "Nos hemos movilizado creando planes de servicios de vivienda o servicios sociales online por si en algún momento tenemos que suspender la atención personalizada", asegura. En su entorno "todo el mundo está preocupado, hay concejales mayores, otros que han viajado o que tienen padres en grupo de riesgo. Es el único tema de conversación. Estamos implantando ya el teletrabajo", explica.