El primer ministro portugués, António Costa, anunció ayer que apoya la decisión adoptada por el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, de avanzar hacia el estado de emergencia, pero adelantó que "el país no va a parar". De Sousa adoptó la decisión tras una reunión telemática con los miembros del Consejo de Estado. Su declaración fue aprobada por el Parlamento, con las abstenciones de los 11 diputados comunistas, y los tres diputados de Verdes, Iniciativa Liberal y la independiente Joacine Moreira.

"El país no va a parar", dijo Costa, que subrayó que con la declaración del estado de emergencia "la democracia no será suspendida" en Portugal. "Continuaremos siendo una sociedad abierta, de ciudadanos libres, responsables de sí mismos y de los otros", agregó. El estado de emergencia se declaró por última vez en Portugal hace 45 años y se adopta ahora en un intento por frenar la expansión del coronavirus.