La catedrática y presidenta de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) forma parte de la Comisión de Seguimiento del Covid-19 de la Universidade de Vigo, donde ya se han registrado dos casos, ambos de carácter leve. Su grupo ya ha tenido que cancelar experimentos en marcha, pero busca financiación para aportar su conocimiento a la lucha contra el coronavirus.

La aparición de casos de infectados por Coronavirus es razonable en las universidades, donde trabajan y estudian miles de personas.

Era previsible y no nos hemos extrañado. No ha generado excesiva preocupación porque era algo esperado.

El Comité de Seguimiento del Covid-19 empezó a trabajar desde principios de este mes, ¿cómo deben actuar los miembros de la comunidad universitaria en caso de estar afectados?

Hemos elaborado un protocolo de actuación para que las personas que detecten síntomas, en el ejercicio de su responsabilidad, se queden en casa y llamen a las autoridades sanitarias. La Universidad lleva un control de los casos a través del Servicio de Prevención de Riesgos, al que hay que notificar posibles contactos con otras personas. Nuestra misión ha sido la de tomar medidas e informar, y la verdad es que trabajadores y alumnos se han concienciado muchísimo y cumplen bien.

¿Cuál es el mensaje de la universidad a sus miembros tras la aparición de los dos primeros casos?

Los casos en jóvenes son mucho más leves. A veces, es mucho peor el pánico que la propia situación de la enfermedad. La gente comprando desaforadamente en las tiendas y agrupándose es lo contrario de lo que debemos hacer. A partir de ahora, los miembros de la comisión seguiremos reuniéndonos por videoconferencia y tomando decisiones en función de lo que vaya apareciendo. Creo que fuimos la primera que se formó de las tres universidades y recibimos información de lo que Santiago y A Coruña van haciendo. En general, son medidas muy semejantes. Seguir con clases virtuales para que los alumnos no pierdan clase.

¿Es el confinamiento la única forma o la más eficaz de frenar los contagios?

Lo que se ha visto en China y Corea del Sur es que el 80% de los casos de personas infectadas son muy leves y se resuelven perfectamente y que hay un 15% con sintomatologías más graves, que ya tenían patologías o son mayores, y en el que la mortalidad es mayor. Y también es un hecho el pico enorme de casos. Por eso tenemos que intentar contener la infección lo máximo posible. Si la gente no se confina y se produce un pico muy alto, el sistema sanitario puede colapsar en muy poco tiempo. Pero si se inmoviliza a la población, los contactos son muchos menos y el número de casos disminuye muchísimo y se espacian en el tiempo. Es la única manera de disminuir contagios y muertes. Es una medida muy drástica y que parecía imposible en Europa, pero claramente es la más eficaz. El Covid-19 es un virus con una capacidad muy alta de contagio, a través de las vías respiratorias y el contacto, superior a la gripe y también con mayor mortalidad. Hay que atajarlo cuanto antes.

¿Serán suficientes 15 días?

Lo que tenemos que hacer ahora es disminuir el pico, seguirá habiendo contagios y la idea es que cada vez sea menor al estar más gente en su casa. ¿En cuánto tiempo lo podemos parar? No sabemos si serán suficientes 15 días o más. No quiero aventurarme. Tenemos que ver lo que ha pasado en China y Corea del Sur, pero ellos pusieron medidas muy drásticas de forma muy rápida. Europa ha tardado un poco más, y ahora se están cerrando fronteras y estableciendo controles. Reino Unido ha tomado una decisión más suave, es un experimento que muchos científicos consideran una irresponsabilidad. Y mientras se trabaja en nuevos fármacos y vacunas, se están probando antivirales para otros virus, como el VIH, y algunos están yendo bien.

¿Saldremos de esta?

Yo creo que sí. En el Hospital Ramón y Cajal han visto que los pacientes en UCI tienen niveles muy elevados de Interleucina-6. Ya existe un fármaco para tratar esto, un anticuerpo monoclonal, lo han utilizado y parece que está yendo bien y que ha bajado la mortalidad. Lo hemos comunicado a través de la SEI y también lo hemos trasladado a otras sociedades europeas e internacionales porque podría ser muy útil para disminuir la gravedad.

¿Cómo funciona ?

En los pacientes infectados hay una respuesta inflamatoria, por eso el pulmón se daña. Y este anticuerpo frena la inflamación. Son datos muy preliminares, pero han sido tan buenos que hemos querido difundirlos. Hay que incidir en estos pacientes que están tan graves. Estos datos constituyen una esperanza para ellos.

Se ha decretado también el cierre de laboratorios, ¿cómo le afecta a su grupo?

Muchísimo. Teníamos experimentos en marcha con modelos animales y tuvimos que acabar antes de tiempo muchas cosas. Se mantiene la alimentación, pero muchos experimentos se han suspendido. Esta situación va a tener una gran repercusión en tesis y publicaciones. Esperamos que sea por poco tiempo, porque no solo pierdes quince días sino que hay experimentos que arrancaron hace mucho tiempo y que habrá que empezar de nuevo. Nosotros lo que estamos intentando ahora es pedir financiación e intentar meternos en consorcios relacionados con el coronavirus porque creemos que como expertos en inmunología podemos aportar en el ámbito de las técnicas de diagnóstico y análisis de genómica o proteómica de muestras de pacientes. En España, el CSIC y el Instituto Carlos III tiene prioridad, pero vamos a intentar aportar nuestro granito de arena y ayudar. Es el momento. Lo de la Interleucina-6 puede ser una medida muy concreta para empezar a medir en pacientes. Y se nos pueden ocurrir otras cosas para determinar la gravedad y el tratamiento. Los investigadores queremos resolver problemas y ser útiles. No es cierto que estemos alejados de la sociedad.