La residencia asistida de mayores de Pousada en Oleiros, dependiente de la Xunta y con casi 300 internos, tiene ahora mismo a dos usuarios y una trabajadora aislados y a la espera de la realización de las pruebas para confirmar si dan positivo en coronavirus.

La alerta la realizó la trabajadora, que no trata directamente con los usuarios, después de que su pareja diese positivo en Covid-19. Ella se quedó en casa y está aislada mientras en la residencia el médico decidió alertar ante la existencia de dos mayores con fiebre con el fin de comprobar si tenían coronavirus o no. Ambos están también aislados en habitaciones.

El personal de esta residencia de mayores difundió en los últimos días en redes sociales vídeos denunciando la falta de mascarillas y trajes de protección, sobre todo.

Hoy por la mañana la Xunta les entregó ya material, tanto mascarillas como trajes de protección (EPIs). El personal ya está utilizando toda esta equipación para atender a los dos mayores sospechosos de un positivo.

"Echamos en falta un protocolo de actuación único para las residencias de mayores, las medidas son nulas, y existe un alto riesgo para usuarios y trabajadores y la Xunta tiene el deber de protegerlos para que estén bien y puedan seguir en sus puestos. Los protocolos iniciales que dieron son genéricos, lavarse la manos por ejemplo, y esto es insuficiente para los profesionales”, explica la portavoz de UGT de la residencia, Fina Martínez.

También la asociación Aspronaga de personas con discapacidad realizó un llamamiento público ayer para recibir material sanitario para sus residencias en A Coruña y Oleiros, ante la escasez de guantes, mascarillas, gafas y batas. En las instalaciones de Aspronaga se detectó uno de los mayores focos de Covid-19, con usuario fallecido y quince positivos.