El vapeo pisa fuerte en los últimos años, pero este sector tan novedoso tampoco se salva de la interrupción de la actividad provocada por el coronavirus. Pedro Reboredo regenta Vape Station Coruña y se enfrenta a una pausa forzosa en la que entra en juego la incertidumbre. "Esta situación afecta mucho. El alquiler del local es privado y ahora mismo no puedes asumir ese gasto. Estamos hablando de que perderemos un 80% de facturación seguro". Pedro dice que las ayudas que anunció el Gobierno son necesarias, pero también insuficientes, además de que llegan tarde. "El colectivo de autónomos es muy grande en España. Al final los que se van salir favorecidos con estas ayudas son las empresas grandes, no el pequeño comercio. Estamos desprotegidos". En caso de tener que solicitarla, Pedro duda de que todos lleguen a cobrar, ya que también entran en juego los módulos y la base reguladora. "Haría falta algo más. Que no solo se les aplicaran moratorias a las hipotecas, sino también a los créditos de autónomos, no solo de las grandes empresas". Mirando al futuro, Pedro duda de que las cosas vuelvan a ser como antes, por lo menos en un corto plazo. "Ojalá se reactive pronto la economía, pero está difícil. Se perderá poder adquisitivo y las ventas no se recuperarán. Vendrá una recesión fuerte".