No es masivo, pero a la Xunta le consta ya algún caso de familiares que deciden llevarse para su casa a un mayor ingresado en una residencia. Así lo confirman desde la Consellería de Política Social, desde donde explican que en estos casos "lo que tiene que certificar la familia por escrito es que mientras dure la cuarentena van a tener con ellos a la persona mayor". Las familias que opten por esta elección, inciden fuentes de este departamento a este diario, están en su derecho, apuntan, pero deben comprometerse por escrito a que se quedarán con la persona mayor en casa mientras se prolongue esta situación de emergencia y de confinamiento, dure lo que dure. No implicaría, añaden, la pérdida de ningún derecho de plaza y se pide "prudencia y responsabilidad" al asumir el cuidado del mayor.

Política Social añade que también en los centros de menores se indicó a las familias que quieran que el menor puede quedarse con ellos durante esta cuarentena. Esos casos se están produciendo, indican, porque estos centros son de atención social, no cárceles.

Por otro lado, y aunque al principio de la crisis sanitaria la Xunta autorizaba un visitante por residente a las residencias de ancianos, desde el pasado domingo los protocolos de visitas que rigen para estos centros se han vuelto más estrictos y, por regla general, quedan restringidas a no ser, como figura en el acuerdo publicado por la Xunta en el Diario Oficial de Galicia, "en casos excepcionales debidamente autorizados por la dirección del centro". Entre esas situaciones excepcionales, y según explican desde la Consellería de Política Social, se encontraría, por ejemplo, el despedir en sus últimos momentos a un mayor que, debido a circunstancias ajenas al coronavirus, vaya a fallecer. Matizan, con todo, que "cada centro lo tendrá que ver". En todo caso, se trataría, enfatizan, de "casos muy tasados".