"Colapso", "desborde", "saturación", son algunos de los calificativos que acompañan la "incansable" labor de las gestorías y asesorías de A Coruña, Galicia y el conjunto de España tras el plan de choque anunciado por el Gobierno central el pasado 12 de marzo para paliar los efectos económicos de la pandemia. Los profesionales de este sector son "fundamentales" a la hora de tramitar tanto el aluvión actual de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) como las prestaciones por cese de actividad a la que se acogen los autónomos obligados a cerrar o que hayan tenido unas pérdidas del 75% en marzo respecto a la media del semestre anterior. Trabajan "a destajo" en medio de la presión que supone interpretar un cambio normativo reciente que no aclara todos los casos, lidiar con una Administración desbordada, y recibir constantemente llamadas telefónicas, correos electrónicos y whatsapps de clientes "angustiados, temerosos o cabreados".

"Mis primeras palabras tienen que ser de ánimo para los compañeros por el enorme desafío que tienen entre manos", asegura Pilar Otero, responsable de la coruñesa Gestoría Otero y presidenta del Colegio de Gestores Administrativos de Galicia, entidad que agrupa a unos 600 asociados „más de 200 en la provincia de A Coruña„. "La dificultad es máxima en este momento", asegura Otero, y será "todavía mayor" a partir del 1 de abril, cuando a la actividad generada por la pandemia "se sumen los impuestos trimestrales y la apertura del plazo para la declaración de la renta". El "principal reto" que se plantea a partir de ese momento "tiene que ver con la obligación de preservar nuestra salud", señala la presidenta del Colegio de Gestores Administrativos de Galicia. Bien sea en casa, en la oficina, o una combinación de ambos, estos días los profesionales de las gestorías y asesorías realizan su trabajo de forma telemática sin recibir al cliente, una medida para evitar los contagios. "Muchos autónomos todavía funcionan con papeles, ¿cómo evitas que vengan a la oficina a partir del 1 de abril?", se pregunta Otero.

"En nuestro caso, el lema es quédate en la oficina", asegura Jorge Pérez, responsable de la Gestoría Sayge (Culleredo). "Los clientes se informan a través de nosotros, de ahí que vivamos el efecto económico de esta crisis en tiempo real", señala Pérez. "Te preocupas de tus clientes como de ti mismo, así es esta profesión", relata antes de enumerar un rosario de casos que todavía precisan una respuesta clara por parte de las instituciones.

Las asesorías también están sometidas a "jornadas incansables que abarcan el fin de semana", asegura Fernando Martínez, fundador de ATC (Asesoría Técnica Coruñesa). El mayor obstáculo que deben vencer es cómo agilizar los procedimientos de forma urgente en un país cuya naturaleza tiende a la burocracia. De ahí la descoordinación institucional para resolver casos específicos „por ejemplo, el del autónomo que tributa por módulos y debe justificar la caída de ingresos„, la ausencia de formularios unificados para solicitar el cese de actividad de los autoempleados, o la saturación en la plataforma a la hora de tramitar los expedientes por vía telemática. "Todos los clientes tienen su hecho diferencial y estamos obligados a darles una solución", asegura Martínez. "Nuestra labor no acaba cuando se aprueba el ERTE, entonces tenemos que comunicarlo a la Seguridad Social trabajador por trabajador", señala. "Nadie se va a quedar sin asesoría por problemas de pago", añade el responsable de ATC.

El problema vendrá después, cuando pase la alarma sanitaria y la crisis económica haga recuento de las empresas que queden en pie. "Esperemos que la mayoría resistan", concluye Pilar Otero.