Los sanitarios en primera línea de la batalla que se libra en los hospitales españoles contra el coronavirus están sometidos a una fuerte carga de estrés y, en muchos casos, de desgaste emocional. El silencio de los enfermos intubados, puertas siempre cerradas, tiempo limitado en cada box para minimizar la exposición al virus, escasez de material de protección... Mantenerse al pie del cañón en un ambiente laboral casi bélico supone un gran reto para miles de profesionales que estos días ponen en jaque su fortaleza física y mental para tratar de contener la epidemia. Héroes anónimos que no dudan en jugarse su salud para devolvérsela a los demás. Consciente de esta realidad, la dirección médica del área sanitaria coruñesa ha reforzado la atención psicológica al personal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), especialmente a los profesionales de los servicios más implicados en la lucha contra el Covid-19: las Urgencias, y las unidades de pacientes críticos (UCI) y de Enfermedades Infecciosas. También a los pacientes que permanecen aislados pero con capacidad para comunicarse y a sus familiares, que viven con miedo y angustia toda esta situación.

"Hace ya unos días que los miembros del equipo de Psicología del Chuac empezamos a diseñar con la dirección médica cuáles iban a ser nuestras líneas de trabajo durante esta crisis, tanto con los enfermos y sus familias, como con el personal sanitario que, ahora mismo, es nuestra prioridad. En las circunstancias actuales, todos sumamos y tenemos que ser capaces de funcionar a pleno rendimiento", apunta el responsable de la atención psicológica al personal sanitario del Chuac ante el Covid-19, Jorge García, quien asegura que el complejo hospitalario coruñés anticipó su respuesta ante esta crisis, y que todo el personal está "muy implicado", y "adaptándose poco a poco" a esta nueva realidad. "Nos organizamos muy bien. Los equipos se reforzaron con tiempo, y los nuevos profesionales tuvieron unos días para amoldarse al funcionamiento de esos equipos. Esto nos ahorró muchísimo trabajo y muchísimo estrés", asegura García.

Los psicólogos del Chuac se reúnen "varias veces al día" con los equipos de Urgencias, planta de hospitalización y UCI para abordar cuestiones como "el manejo de la ansiedad" y tratar de "establecer un binomio entre el compromiso y el desgaste". "Sabemos que esta situación se va a prolongar durante un tiempo, de ahí que haya que intentar funcionar con cierta normalidad. Esto es una carrera de fondo. Hay un compromiso muy elevado por parte del personal sanitario, y eso también hay que dosificarlo. Y ayudarles a aceptar el miedo como parte de su trabajo, incluso más que antes, porque también forman parte del mundo que está ahí fuera. Tienen familias y otras preocupaciones", señala Jorge García, quien, no obstante, reconoce que, por el momento, los profesionales del complejo hospitalario coruñés "están llevando la situación bastante bien". "Hay tensión pero eso no está generando roces ni conflictos entre los compañeros", subraya.

El equipo de Psicología del Chuac también presta especial atención, estos días, a los enfermos con coronavirus que permanecen aislados pero con capacidad para comunicarse y a sus familiares, que viven con miedo y angustia toda esta situación. "El teléfono y las nuevas tecnologías nos ayudan mucho en estos casos", apunta García. "En general, unos y otros nos agradecen mucho ese contacto, y que hagamos ese trabajo de cuidado y de atención en estos momentos. Y nosotros también les damos las gracias, de alguna manera, por entender y asumir que tienen que estar en esa situación para proteger a los demás", remarca.