El Ministerio de Sanidad ha suspendido la venta en farmacias de cuatro medicamentos, que contienen los principios activos hidroxicloroquina y cloroquina de fosfato y que ya se están probando de modo experimental en los hospitales para el tratamiento del coronavirus. Se trata de fármacos que hasta ahora se usaban para la malaria, la artritis o el lupus y que han demostrado buenos resultados en algunos ensayos clínicos realizados contra el Covid-19. Si bien aún no hay estudios concluyentes de su eficacia, su demanda ya se ha disparado en todo el mundo y el Gobierno teme desabastecimientos. Por eso ha decidido restringir su venta y priorizar su uso hospitalario.

Esta medida afecta a cuatro medicamentos „Dolquine, Xanban, Resochin y Hidroxicloroquina Ratiopharm„ que ya no podrán retirarse en farmacias. La Agencia Española del Medicamento (Aemps) autorizó ya su uso hospitalario de forma experimental el pasado 16 de marzo para contagiados por el coronavirus. Los pacientes crónicos aquejados de lupus o artritis reumatoide, sin embargo, seguían recogiendo sus tratamientos en farmacias, siempre con receta médica. Sanidad explica que "debido al stock limitado de estos medicamentos y la demanda creciente por las situaciones relacionadas con el Covid-19" es necesario restringir los canales de comercialización de estos fármacos. "Todo el producto que está en el canal de farmacia se pondrá a disposición de las autoridades competentes de las comunidades", explica la Aemps.

Según explica la farmacéutica gallega Ana Cabanas, ahora deben ser las comunidades las que determinen cómo se suministran esos fármacos a los pacientes crónicos aquejados de lupus o artritis y que estaban bajo tratamiento. Aunque su venta ya solo se permitía con receta médica, de este modo hay un mayor control sobre su dispensación y Sanidad tiene información precisa sobre los suministros disponibles.

Por otra parte, ayer la Consellería de Sanidade dictó una orden que establece que "cuando por razones de urgente necesidad de un tratamiento y siempre que no sea posible que el médico pueda hacerlo", los farmacéuticos de Atención Primaria de los centros del Sergas podrán realizar la renovación de recetas de medicamentos en el caso de prescripciones activas en las que se agotaran las recetas generadas con anterioridad. El objetivo es "mantener la continuidad de la prestación farmacéutica". Las instrucciones emitidas determinan un protocolo de actuación que incluye que el farmacéutico "compruebe" en la historia clínica del paciente la "necesidad" de generar la receta.