Pese a no ser el de la construcción un sector cuyo funcionamiento se haya visto interrumpido por completo, algunos de sus profesionales empiezan a notar los efectos de las restricciones sobre su actividad. La incertidumbre se ha instalado, como la constante, en todos los colectivos, y el de los arquitectos es uno más de los que no sabe cómo se recuperará de una crisis que estalla en el momento en el que empezaban a recuperarse de la anterior, especialmente dura en lo que al gremio se refiere. "Hay un parón y todos lo estamos notando, los autónomos, los asalariados y los técnicos de la administración", confirma el delegado del Colegio de Arquitectos en A Coruña, Roberto Costas. Pese a que descarta hacer previsiones de futuro, ya que "es pronto para saber cómo saldremos de esta", cada día son más los trabajos que las medidas de seguridad impiden realizar con normalidad.

"No podemos hacer inspecciones de edificios o informes porque comprometería nuestra seguridad y la de los residentes", ejemplifica. Estos días, se esfuerzan en insistir a las empresas responsables de las obras que apliquen y revisen de forma exhaustiva las medidas de seguridad impuestas por el gobierno, lo que hace inviable la continuidad, por el momento, de algunas de ellas. En el caso de los técnicos de la Administración, la paralización se ve incrementada por la necesidad repentina del teletrabajo, que obliga a trasladar a los hogares una maquinaria que rendía a plenas capacidades en los ayuntamientos. "Todo está funcionando por vía telemática. Está un poco patas arriba, pero quiero ser optimista", señala.