La situación se complica cada día más para la pesca. La mayor parte de la flota de altura coruñesa que faena en el caladero de Gran Sol se encuentra en estos momentos navegando al puerto. Son varias circunstancias las que empujan a los armadores a tomar esta decisión, entre las que destacan la caída de precios, la imposibilidad de descargar las capturas en puertos de Irlanda (ya que el Gobierno local los cerró) y las pérdidas que sufren los barcos. "Estamos en una situación muy crítica que obliga a los barcos a parar. Nos están pidiendo imposibles", lamenta el gerente de PescaGalicia-Arpega-O Barco, Juan Carlos Corrás.

El también presidente de la Lonja de A Coruña apunta que la bajura y el litoral también pasan por un momento "complicado" y que el funcionamiento de las subasta tuvo que cambiar para garantizar la salud de trabajadores y compradores. Corrás indica que para que la actividad pesquera no cese son necesarias ayudas del Gobierno y de Europa.

Posibilidad de ERTE

El pasado viernes la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y la patronal Cepesca solicitaron al Gobierno que aclare si los armadores del caladero nacional pueden acogerse a ERTE por "causas de fuerza mayor", como no poder cumplir con las normas de prevención. El presidente de las cofradías nacionales, el gallego Basilio Otero, explica que aún no recibieron una contestación definitiva. Otero denuncia la falta de mascarillas y afirma que la forma de trabajar y el espacio complican que se guarde la distancia de seguridad.