Los servicios públicos gallegos necesitan material para afrontar la crisis y dotarse de un colchón para el pico de contagiados que Feijóo prevé para dentro de dos semanas, pero la prioridad es adquirir pruebas que permitan diagnosticar quiénes padecen el Covid-19. De momento, Galicia carece de test rápidos como los adquiridos por el Gobierno central a una empresa china que ofrecen errores. Esas deficiencias han obligado al Ministerio de Sanidad a devolver 659.000 test.

"No me constan que lleguen test rápidos, entendiendo por estos los de pinchazo", expuso Feijóo tras el Consello de la Xunta. También añadió que las pruebas de diagnóstico que se están distribuyendo entre los hospitales gallegos son de otro tipo y no proceden del Ministerio de Sanidad, sino de adquisiciones propias.

Hasta ahora en Galicia y resto de comunidades se han realizado test PCR (Reacción en cadena de la polimerasa), de complejidad técnica y cuyo resultado demora horas. La Xunta asegura que son estos los incorporados estos días por el Sergas y no los rápidos que tardan 15 minutos en revelar la infección.

El Ejecutivo también autorizó el uso de 6,7 millones para pagar material ya adquirido y hacerse con más en los próximos días. Incorporará 7.230.000 mascarillas quirúrgicas y respiratorias, 600.000 batas de alta protección y casi 22.000 botellas de gel desinfectante y productos para fabricarlo.