Las órdenes de protección para mujeres víctimas de violencia machista en Galicia comunicadas por los juzgados especializados en la materia a la Secretaría General de Igualdad han caído un 32 % desde la declaración del estado de alerta por la pandemia del coronavirus.

En Galicia están activos en estos momentos más de 3.500 casos en el sistema de seguimiento integral de víctimas de violencia de género, según datos de la Delegación del Gobierno.

Durante el pasado año, la comunidad registró más de 6.500 denuncias por violencia machista y se incoaron más de 2.000 órdenes de protección.

En cambio, las consultas al teléfono 900 400 273 habilitado para este colectivo, que atiende un equipo multidisciplinar y está operativo las 24 horas, experimentó un repunte, cuantificado en un 19 %, en los primeros días de confinamiento forzoso, si bien el ritmo de llamadas se ha ido estabilizando con el paso de las jornadas.

Desde el 14 de marzo han sido derivadas a casas de acogida en Galicia seis mujeres y dos menores, cifras similares a las habituales en circunstancias normales y no excepcionales como las actuales por culpa de la expansión del COVID-19.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia corroboran que con la alerta sanitaria ha habido un parón abrupto en los juzgados de violencia sobre la mujer.

Hay días en los que les llega una sola denuncia y otros que ni eso, cuando el panorama habitual es el de un trasiego constante.

Recalcan desde el alto tribunal gallego que la operatividad de estos juzgados es plena, y que es de hecho lo único donde el coronavirus no ha mermado sus efectivos. Todos cuentan con una jueza, una letrada y al menos tres funcionarios.

Pese a la complejidad de cruzar datos y a la diversidad de cuerpos y fuerzas de seguridad que combaten la lacra de la violencia machista, en la Subdelegación del Gobierno en Galicia apuntan a un descenso de las detenciones desde la declaración del estado de alerta.

En los primeros diez días de alerta sanitaria apenas se contabilizaron en toda Galicia en torno a una treintena de detenciones.

Más allá de las frías estadísticas, durante el periodo de confinamiento no han dejado de sucederse episodios lamentables como el que se saldó con la detención de un hombre de 60 años en Vigo por supuestamente agredir a su esposa, de 32, tras negarse ésta a mantener relaciones sexuales.

O el arresto de un varón de 50 años en Lugo por presunta agresión a su pareja en el domicilio que ambos compartían.