En el Comité de fabricación de equipación sanitaria y para la prevención de riesgos laborales impulsado por la Xunta tras conocer la movilización del sector textil gallego se mezclan responsables de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, Igape, Sergas, Sanidade, Servizos Sociais, Xesgalica, Seguridade e Saúde Laboral... Un grupo interdisciplinar porque también la tarea que les toca tiene muchos puntos de vista. Ese primer paso que Cointega dio con las autoridades sanitarias gallegas para validar la calidad del tejido de uno de sus socios debe repetirse con el resto de materiales para asegurar la calidad de las prendas. Que sirven realmente para cumplir su función.

"Tenemos capacidad de confección de sobra, hay que tener en cuenta que muchas empresas del sector se quedaron sin trabajo con todo lo que está pasando", recuerda el secretario general del Clúster Textil Moda de Galicia. "El cuello de botella „afirma„ está en los tejidos".

Como sucede con todo lo que tiene que ver con el material sanitario ya elaborado y los dispositivos de cuidado para las UCI en los hospitales, también la demanda de materia prima para mascarillas, batas y EPIs está disparada. Es "lo más urgente" que hay que resolver. "En esto también hay mucha capacidad en el mundo y sabemos que China, Bangladesh y el resto de principales países productores de tejidos están a toda máquina y que en una o dos semanas la situación de escasez cambiará", señala Alberto Rocha. La disponibilidad está marcando también la intención de extender la fabricación para otros sectores, como limpiadoras y alimentación.