Aseguran que el riesgo de contagio forma parte de su profesión y aunque alguno reconoce "cierto temor" a infectarse, la gran mayoría sostiene que una vez sobre el terreno apenas piensan en el coronavirus porque el volumen de trabajo es tan alto que deben concentrarse en lo más importante: los pacientes. Son profesionales del área sanitaria coruñesa que cada día acuden a trabajar a los mismos lugares donde hay que atajar el Covid-19 en decenas de enfermosCovid-19. De esta crisis sanitaria sin precedentes extraen cosas positivas como "el compañerismo" y la "coordinación" entre todos los profesionales sanitarios para adaptarse a los cambios que la pandemia obliga a seguir casi a diario y agradecen los aplausos de la ciudadanía por su trabajo. Eso sí, esperan que "ese reconocimiento" siga ahí "cuando todo esto acabe".

Esther Gago lleva 20 años como enfermera en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de A Coruña y reconoce que nunca ha vivido una situación "con una presión similar". "Estoy acostumbrada a trabajar bajo presión, a enfrentarme a situaciones complicadas, pero esto es diferente", sostiene esta enfermera, quien asegura que durante su jornada laboral "el ritmo de trabajo es tan importante que mientras estoy en el hospital no soy muy consciente de la situación". Esther confiesa que acude a trabajar "sin miedo al contagio". "Creo que estamos más protegidos en el hospital que fuera de él, ya que utilizamos el material de protección necesario. Ni en casa ni en la calle cuando salgo a comprar tomo medidas adicionales salvo la higiene máxima. Ni mascarilla ni guantes", indica.

"Cuando estás en el hospital estás plenamente concentrado en tratar y cuidar a tu paciente de la mejor manera posible. Ahí está la base de tu profesión, y no te puedes permitir tener miedo. Si quieres cuidar bien a tus pacientes tienes que cuidarte a ti y protegerte adecuadamente y ser muy riguroso con ello", añade un facultativo que trabaja en una de la plantas del Hospital Universitario de A Coruña habilitadas para pacientes con Covid-19 y que prefiere mantener el anonimato. Para él, el riesgo a contagio forma parte del oficio y como médico debe afrontar esta crisis sanitaria "con responsabilidad". Una opinión que comparte el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Enrique Míguez, quien vivió los primeros casos de VIH en A Coruña, la gripe A de 2009 o la alarma por el ébola. "Esto no hace sino poner en realidad una situación de gravedad, en donde además el personal sanitario está estresado, pero esto es para lo que nos formamos y hay que hacerlo lo mejor posible", indica este facultativo, quien reconoce que los trabajadores sanitarios pueden tener cierto temor ya que más allá de sanitarios son personas con una vida detrás. "Hay cierto riesgo de contagio y la gente tiene familia, hay quien tiene mayores o dependientes en casa, pero para esto nos hemos formado durante años", zanja.

Muy consciente del riesgo es María R. -nombre ficticio de una técnica en cuidados de enfermería del área de Medicina Interna- que tuvo que pasar una cuarentena tras atender sin protección a uno de los primeros pacientes afectados por coronavirus en A Coruña cuando todavía no se sospechaba que podía estar infectada. Apenas estuvo diez en casa -la llamaron antes de 14 días para que se reincorporase a su puesto-, pero suficientes para observar el antes y el después en materia de protección en el hospital. Antes de la cuarentena (que inició el 11 de marzo), "se nos aconsejaba no usar las mascarillas para no atemorizar a los pacientes, pero ahora es totalmente obligatorio e incluso cuando estamos cerca unos profesionales de otros", explica aunque lamenta que tienen "una mascarilla para un mes, cuando lo normal es que no dure más de dos días". Sobre el miedo a contagiarse, lo tiene claro. "Temor hay, pero sabemos que este es nuestro trabajo y riesgos ya había antes con otras enfermedades contagiosas", indica María.

Y no solo en el hospital se vive en primera persona la pandemia. Los centros de salud, lugar al que acuden algunos pacientes ante los primeros síntomas, también se han adaptado a la nueva situación con medidas de higiene y seguridad extra para evitar contagios. "Algo de miedo se tiene porque estás expuesto directamente a personas que pueden tener síntomas, pero igual que ocurre con otras profesiones como los cajeros de supermercado, por ejemplo. Además también hay el temor de que los compañeros vayan cayendo y nos quedemos sin efectivos", reconoce Ramón Veras, médico de familia en el ambulatorio de San José.

Las dudas y temores sobre la evolución de la pandemia que le surgen a gran parte de la población también las viven quienes trabajan en primera línea de batalla. "La situación nos preocupa a todos, pero todas las medidas adoptadas hace ya días, aún con toda la prudencia del mundo ante una situación que cambia día a día nos permite lanzar un mensaje de tranquilidad", indican los profesionales del área de Oncología. "¿Cuándo llegaremos al pico máximo? ¿Habrá recursos humanos y materiales para atender todas las necesidades? ¿Se va a contagiar alguien de la plantilla? Son mil preguntas las que me rondan por la cabeza", indica Esther Gago, quien asegura que en su casa intenta "desconectar" aunque no puede del todo. Lo mismo que María, auxiliar de enfermería, que asegura eludir el tema tanto con los pacientes como con sus compañeros. "Y para liberar tensiones nos chocamos los codos a modo de salud cuando nos cruzamos", relata.

Así fue el aplauso para el personal sanitario de A Coruña

Así fue el aplauso para el personal sanitario de A Coruña

Están en primera línea de batalla contra el coronavirus y la ciudadanía se la agradece todos los días a las 20.00 con sus aplausos en ventanas y balcones. Todos reconocen estar emocionados con este reconocimiento y piden que no se olvide. "Es un chute de energía", dice Esther Gago. "Es una motivación y nos empuja a trabajar", añaden en Oncología. Eso sí, piden que no se olvide este cariño cuando pase la pandemia.