Las autoridades de Nueva York advirtieron ayer de que el " tsunami" del coronavirus está llegando y de que la ciudad espera todavía las "semanas más duras", coincidiendo con la llegada a puerto del buque hospital USNS Comfort de las Fuerzas Armadas con el objetivo de aliviar la presión sobre los hospitales de la ciudad.

"El tsunami está llegando. Lo sabemos, es el momento de reunir suministros y hacer las preparaciones porque ayer fue muy tarde", dijo el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que ofreció un balance de 66.497 infectados y 1.218 muertes en su demarcación, que se ha convertido en el principal foco de la enfermedad del país, que registra cerca de 150.000 casos.

"En términos de número de casos, la curva sigue subiendo, con 6.984" más que ayer, dijo Cuomo desde el centro de convenciones Javits, que alberga desde ayer un hospital de campaña en el que se encuentran 2.500 camas.

La llegada del USNS Comfort supone "750 camas para aliviar la presión sobre el sistema de salud", según dijo el alcalde de la ciudad Bill de Blasio, que subrayó que el barco, con 1.200 personas entre marineros y personal médico, es la muestra de que los neoyorquinos no están solos.

El buque empieza a trabajar con la misión de "atender a los neoyorquinos que no tengan el virus pero que requieran de atención (médica) urgente" para así poder liberar capacidad en los hospitales, explicó el presidente Donald Trump.

El Gobierno de los Estados Unidos espera alcanzar centenares de miles de muertos. "Mirando lo que estamos viendo ahora, diría que entre 100.000 y 200.000", estimó ayer el principal epidemiólogo del Gobierno, Anthony Fauci, en declaraciones a la cadena CNN, donde además pronosticó que los contagiados podrían alcanzar el millón de personas en EEUU.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que anunció que se ampliarán hasta el 30 de abril las medidas de distanciamiento social que pensaba levantar el día 12, aseguró al respecto de estas dramáticas estimaciones:"Si nos quedamos en los 100.000 muertos habremos hecho un gran trabajo".

Las autoridades aconsejan que la población de riesgo no salga de sus hogares y evitar viajes que no sean necesarios, así como las reuniones de diez o más personas.