La pandemia llegó a Galicia más tarde que en otras comunidades autónomas, por lo que el pico también se retrasará. Se producirá el próximo mes. "Abril será peor, más duro, que marzo", advirtió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En las próximas semanas se dispararán los contagios y los casos graves que requieren el ingreso en UCI. Ante este escenario, el Gobierno gallego ha decidido montar dos hospitales de campaña para poder atender el incremento de infectados. El primero de ellos, y con mayor dotación de camas, se instalará en A Coruña, en el recinto ferial de Expocoruña. Se prevé que comience a funcionar este mismo fin de semana o a principios de la próxima dada la saturación asistencial del área sanitaria. Ofrecerá entre 200 y 300 camas. El segundo estará en Santiago, en el Multiusos do Sar. Entre los dos sumarán entre 300 y 450 plazas adicionales y no los acondicionará el Ejército. La Xunta no descarta habilitar también otro en Vigo, que sería en Ifevi, si bien por el momento considera que la actual oferta hospitalaria es suficiente para afrontar los embates del coronavirus.

Estas instalaciones auxiliares solo acogerán pacientes infectados con el coronavirus, pero no los más graves que necesiten respiración asistida. Estos seguirán en las UCI de los hospitales de referencia en Galicia, donde la vigilancia es mayor y también las medidas de contención. Los profesionales que atiendan los centros de campaña se seleccionarán de entre el personal de los propios hospitales, sobre todo de determinadas áreas que ahora tienen poca carga asistencial, como las de quirófanos, tras la reprogramación de las intervenciones quirúrgicas.

Los hospitales públicos de Galicia, tras una primera ampliación, disponen de 274 plazas en unidades de cuidados intensivos. Pero resultarán insuficientes cuando se produzca el pico de la epidemia. "La demanda va a ser muy superior a las 274 camas instaladas porque su ritmo de ocupación se incrementa un 11% diario", dijo Feijóo. En diez días se llenarán todas. Pero la previsión es aumentar las plazas de UCI conforme vayan llegando nuevos respiradores.

En cuanto al uso de las camas de los hospitales privados, el presidente de la Xunta aseguró que están al servicio del Sergas y que la gerencia de cada área sanitaria decide cómo utilizarlas. Algunas podrán derivar pacientes con coronavirus a centros privados y otras querrán reservarlos para atender urgencias o intervenciones quirúrgicas que nada tienen que ver con el Covid-19. "No vamos a desplegar una cama extra sin antes utilizar todas las camas de los hospitales privados", indicó Feijóo. Esta madrugada estaba prevista la llegada a Galicia de dos millones de mascarillas compradas en China.

Por otro lado, según el recuento diario, ayer eran 383 los usuarios de centros de mayores que dieron positivo en la prueba del coronavirus, además de elevarse a 22 los fallecidos. Ya que se trata de un colectivo especialmente sensible a la pandemia, la Xunta se volcará de "priorizar" las pruebas en este tipo de centros y en los de discapacidad. El objetivo es "llegar a todos", aunque se empezará por aquellas residencias en las que ya se han detectado contagios. El único límite es el número de test que Galicia pueda conseguir. La intención es hacer 800 pruebas diarias, incluyendo a los trabajadores. Los internos en residencias de mayores rondan los 22.000. "Estos días lloraremos la pérdida de más vidas humanas, pero no vamos a dar ninguna vida por perdida, tenga la edad que tenga o el cuadro clínico que presente", prometió el mandatario gallego.

Por otro lado, Feijóo aseguró que la Xunta estará "a lo que indique" el Ministerio de Sanidad si llegado el momento se pide que en las instalaciones sanitarias de la comunidad se reciba a pacientes de otras autonomías, aunque considera que un traslado de este tipo debe estar bien "fundamentado" por criterios técnicos.