"Si el indicador es la venta de preservativos, ya te digo que Netflix ha hecho mucho daño", dicen desde la farmacia Balneario de Arteixo. ¿El confinamiento ha aumentado la libido o la ha reducido? Si el indicador es la actividad vecinal que se ve por ventanas y balcones, la primera semana de alarma no hubo más que limpieza de cristales. Si miramos la lista de los cincuenta más vendidos en Amazon, ayer no había ni un producto relacionado con sexo entre los cincuenta primeros.

El número uno de ventas era un oxímetro de dedo. El segundo producto más vendido, otro oxímetro. El tercero, un oxímetro. El cuarto, un oxímetro. El quinto, un pack de cepillos de dientes. El sexto, sorpresa, un oxímetro. En el número 10, la garrafa de cinco litros de gel hidroalcohólico. Es decir, según Amazon, nuestra preocupación número uno es nuestra salud, saber el porcentaje de oxígeno que nos entra en el cuerpo, que mide el oxímetro, utilizado por los deportistas. Tal boom de ventas no es porque todos nos echemos a hacer deporte en casa, sino porque el coronavirus hace bajar la saturación de oxígeno en sangre, es uno de los indicios de tener la enfermedad.

Psicólogos, sociólogos y sexólogos coinciden en que aún es pronto para saber la respuesta, al estar en medio de un fenómeno único, y que deberá ser estudiado en profundidad. Por un lado, las parejas están juntas, sin estrés, relajadas, pero por otro, en muchas casas están con los niños y los abuelos, sin intimidad, y con la novedad de una interacción tan continuada que puede producir choques. También está la situación de los que están sin pareja o que la tienen pero este encierro les ha separado y los que están en casa solos. Es decir, que la mejor respuesta es a la gallega, depende.

Si miramos la venta de condones como una posible pista, en la ciudad de A Coruña la actividad es más bien escasa, con alguna diferencia por barrio. "Hace mucho que no vendo un preservativo. Y Viagra, tampoco", dicen en la farmacia Villar. "Poquísimo, poquísimo. Pero Viagra sí, igual que antes", apuntan desde la farmacia Gómez Tedín, en la plaza de Ourense. "La décima parte de lo que vendíamos, nada", aseguran desde Farmacia Labañou.

Desde la farmacia Peñalver, en Riego de Agua, aseguran que justo el día anterior al inicio del confinamiento "vinieron a comprar mucho, algunos se llevaron hasta dos cajas", pero en cuanto se inició el estado de alarma, ni una. "No se ha vendido ni uno solo", coinciden en Ossorio, en San Agustín.

En las farmacias de la comarca el testimonio es algo diferente. En la Balneario de Arteixo no han vendido nada pero en Grandal, en Vilaboa (Culleredo), aseguran que "la venta es igual que antes, de los normales, caja de doce". En la botica Ignacio Arce de Sada han mirado el listado de ventas y desde que se inició el confinamiento han vendido muy poco, pero seis cajas, igual que en el mismo período pero anterior a la alarma, cuando dispensaron siete cajas.

En la farmacia As Cascas de Betanzos aseguran que la primera semana de la alarma incluso tuvieron un incremento. "Lo comentamos incluso entre nosotras, se vendieron más, pero ya esta semana ha bajado", afirman.

"La repercusión del confinamiento será distinta a nivel generacional, en los jóvenes que no están independizados, que no están con sus parejas, que en los demás. Es un tiempo para estar tranquilos y relajados, para mantener relaciones, porque no vas a trabajar. Habrá gente que a lo mejor el contacto físico le tire para atrás y se mantenga distante. Son momentos para repensar en el sexo y en los afectos, pero también es una situación que pone a prueba nuestra organización interna. Depende mucho del modelo de familia, el impacto económico de perder el trabajo y el estrés que genera también influirá en el deseo. Luego están las tensiones en casa, con el teletrabajo, limpiar el hogar, cuidados, cocina. En China aumentaron los divorcios pero también los embarazos", apunta Raquel Martínez, socióloga de familia y decana de la Facultad de Sociología de A Coruña.

Emilio López Bastos, vocal de la Federación Española de Sociedades de Sexología, teletrabaja estos días con consultas por teléfono y skype. "La verdad, los pacientes no me han preguntado nada, no le dan mayor importancia. Las consultas relacionadas con temas como la disfunción eréctil, por ejemplo, las he aplazado hasta que termine el estado de alarma. No me está llegando ninguna consulta ni comentario sobre si hay más relaciones sexuales o no. Yo sugeriría que en el confinamiento se practique la fantasía, la seducción, el juego, hablar", explica López Bastos, quien matiza: "Es muy difícil saberlo, hay una gran diversidad de familias, es un abanico experimental, se estudiará después cómo nos hemos comportado".

"Toda esta incertidumbre genera miedo e inhibe el impulso sexual. Pero depende mucho, de la pareja, incluso del tamaño de la vivienda, hay mucha casuística", señala Ricardo García Mira, psicólogo social.