El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, lanzó ayer un llamamiento a la responsabilidad y colaboración para paliar los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus y aseguró que el grupo "acelerará las inversiones tan pronto sea posible para contribuir a la actividad económica y fomentar el empleo". En su intervención durante la Junta General de Accionistas Galán vaticinó que el grupo superará en este año el beneficio récord de 2019 de 3.406 millones de euros, y ofrecerá a sus accionistas un dividendo que "crezca en esa misma línea", a pesar del actual escenario de crisis.

Sobre las inversiones, Galán se mostró convencido de que este impulso de la compañía "es la mejor" y "única fórmula para salir de este escenario de crisis y de incertidumbre". De esta manera, aseguró que, de los 9.000 megavatios (MW) de nueva capacidad actualmente en construcción, "al menos la mitad entrarán en operación durante el presente ejercicio". Junto a ello, también anunció un ambicioso plan de compras que proporcionará visibilidad a toda la cadena de suministro, fomentando con ello la actividad y el empleo, consistente en el adelanto de pedidos a miles de proveedores por más de 3.800 millones de euros, "con lo que los acuerdos en curso para entrega hasta 2023 superan los 20.000 millones de euros".

En materia de empleo, Galán manifestó que Iberdrola espera alcanzar en 2020 la cifra récord de 5.000 nuevas contrataciones.