De los expedientes de regulación temporal de empleo, los ya lamentablemente famosos ERTE, poco se sabía más allá de los números de vértigo. A la espera de que se concreten los trabajadores afectados en la treintena de peticiones de ámbito estatal formalizadas en la comunidad y los que correspondan de los presentados en la administración general pero con incidencia aquí, hasta ayer iban 29.839 que sumaban 156.281 personas.

Esos, y los que "indefectiblemente, se van a presentar en el futuro", desbordan la capacidad de la Xunta para darles salida. "Hacen imposible la resolución de los procedimientos en el plazo de cinco días", reconoce la Consellería de Economía, Emprego e Industria en la orden publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) que duplica ese plazo previsto en el real decreto del Gobierno para flexibilizar los expedientes.

El departamento asegura que se han puesto "todos los medios personales y materiales" disponibles en la Secretaría Xeral de Emprego y las jefaturas territoriales, incluso con "personal funcionario de todos sus órganos administrativos" presencialmente y con teletrabajo. "El volumen de solicitudes, que se incrementa cada día, lleva a concluir que resultará muy difícil cumplir con el plazo de resolución establecido y con los mínimos requisitos de seguridad jurídica", asegura. Su aplicación, dice, debe "ser rigurosa".

Ante el problema que pueda darse de saltarse un plazo fijado por la administración general, la orden apela a la "excepcionalidad" prevista en la ley de procedimiento administrativo para casos de agotamiento de recursos y sentencias del Supremo que, según la Xunta, lo avalan cuando "la administración no encuentre otra forma razonable para cumplir el plazo".