La incertidumbre que se vive en torno a la situación actual no deja de crecer. Las medidas aprobadas el pasado fin de semana por el Gobierno, con las que se busca limitar la movilidad, generaron ciertas dudas en sectores como la fontanería, los servicios técnicos de electrodomésticos, telecomunicaciones o electricistas. La actividad no se detendrá del todo, ya que hay empresas de otros ámbitos (sanitario, alimentación) que siguen con sus labores y en las casas puede surgir cualquier inconveniente. Desde el inicio del confinamiento decretado por el Ejecutivo estos profesionales vieron reducida su carga de trabajo, que ahora disminuye todavía más.

Como las nuevas medidas se acordaron en fin de semana, muchas empresas aprovecharon el lunes para dejar las obras pendientes de la mejor forma posible. "El día 30 podíamos prestar los servicios para realizar, sobre todo, las tareas imprescindibles ya que hay obras que quedan a la mitad y hubo que recoger las herramientas, los materiales, colocar vallas, puntales...", explica el gerente de la Asociación Provincial de Industriales Electricistas y de Telecomunicaciones de A Coruña (Asinec), Rafael Suárez.

Ahora, las más de 300 firmas vinculadas a Asinec trabajan para desarrollar dos funciones: mantenimiento y reparaciones de urgencia. "Los artículos del decreto dicen que nuestra función se limita al mantenimiento de las instalaciones que están produciendo, como panaderías, supermercados o fábricas de mascarillas. Y después podríamos reparar las averías más urgentes", apunta Suárez. Alguna de las compañías que forman parte de la asociación tiene subcontratas con empresas distribuidoras de luz, por lo que deben realizar los servicios mínimos estipulados para "garantizar el suministro de energía eléctrica" atendiendo las subestaciones. Las que tienen contratos con el sector público (Diputación, concellos...) podrán seguir trabajando mientras así se lo indiquen, aunque por ahora se están paralizando todas las obras.

Los profesionales dedicados a la instalación y mantenimiento de fontanería y saneamiento, gas o calefacción, entre otros, tienen luz verde para desarrollar su trabajo. "Las tareas representadas por la Confederación Nacional de Asociaciones de Instaladores y Fluidos (Conaif) deben limitarse a las estrictamente esenciales para el aseguramiento de los suministro de la ciudadanía y las empresas", así lo explica la Secretaría de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación a una pregunta trasladada por el colectivo.

Conocedores de que este sector seguirá funcionando, los profesionales reclaman tener a su disposición los medios necesarios para poder hacerlo sin exponerse a contagios. "Pedimos a las autoridades que nos faciliten el poder desarrollar nuestro cometido y, como ya solicitó el sector, pedimos que se nos provean de los medios de protección necesarios porque muchos tienen falta de ellos", expone el presidente de la Asociación Empresarial de Instaladores de Gas, Fontanería, Calefacción y afines de la provincia de A Coruña (Agasca), Pascual Martínez.

El también dirigente de la Federación Gallega de Entidades Empresariales de Instalaciones y Mantenimientos (Fegafon) refleja en números la situación por la que pasa el sector. "De una encuesta realizada a 2.657 empresas y autónomos de la federación concluímos que más del 75% perdieron casi el 60% de su actividad, mientras que solo el 6% de estas empresas perdieron menos del 25%", indica Martínez. Al profundizar en las cifras también confirman que el 39% de las compañías apenas realizan actuaciones "de emergencia", mientras que el 29,5% sí que están reparando averías.

El caso de los profesionales que se dedican a la reparación de electrodomésticos es similar. La Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos (Anfel) explica que todas las personas que necesiten comprar un electrodoméstico lo pueden hacer por internet o teléfono y en caso de avería de algún aparato "imprescindible para mantener las actividades diarias en el hogar" recomienda llamar a los servicios técnicos oficiales.