Maite Andrade reconoce no tener miedo a contagiarse ya que "todos acabaremos pillándolo", pero sí a poder transmitirlo a su familia. "Me fastidiaría llevarlo para casa", explica esta celadora, que asegura que en su familia lo llevan bien. "Los que peor, mis padres que viven solos", indica. Ahora deben atender a la mayoría de pacientes con el equipo de protección. "Es un estrés porque hay un protocolo para ponerlo y sacarlo y lleva su tiempo", asegura.