Mario García lucha desde hace casi un mes contra el coronavirus por partida doble. Por un lado en los pasillos del Hospital Universitario, donde cuida a los infectados como enfermero en Urgencias, y por el otro con su guitarra, con la que está determinado a llevar un poco de alegría tanto a pacientes como a sus compañeros sanitarios. Tic-Tac, el tema que lanza mañana, surge de esa experiencia en primera línea, que ha acabado uniendo a 17 artistas de la escena española. Miembros de Reincidentes, Herdeiros da Crus o La Desbandada se juntan desde sus hogares para dar vida al proyecto, con el que el coruñés quiere dejar claro "que esto se pasa".

¿La música pide más unidad que nunca?

La música y todo (ríe). Parece mentira que tenga que venir un ser de doce micras a poner de acuerdo a todo el mundo en un momento en el que la sociedad estaba tan dividida, pero es lo que ha ocurrido. Nosotros como músicos nos juntamos para mostrar nuestro apoyo a toda la gente que está en primera línea combatiendo la pandemia, y por su puesto a todos los pacientes y familiares.

Tic-Tac, el nombre de su tema, es un sentir común. ¿Les pesa especialmente a los artistas el reloj?Tic-Tac

A todo el mundo, creo. Aunque por supuesto que la industria de la cultura siempre está en un segundo plano. En general, va a sufrir un parón económico muy gordo. Por eso creo que este es un tiempo para replantearse muchas cosas que se han hecho mal.

¿Habla solo de la cultura? Usted es también sanitario...

Sí, a mí me toca por las dos partes. Como enfermero, ahora mismo creo que ha saltado la dejadez con la que se ha tratado la sanidad desde hace años. Si la hubiésemos tratado mejor, hubiésemos podido combatir la epidemia.

Convive con ella a diario. ¿No espanta a las musas lo que se ve en primera línea?

Yo siempre digo que escribir canciones es algo complicado, pero, para hacerlo, algo tiene que despertar. Y esta canción surgió justo de una mala noche de hospital, cuando empezó todo. Sentía un poco de impotencia y miedo por no saber a qué nos estábamos enfrentando. Eso te lleva a llegar a casa y no poder dormir, y yo me escudo en la música para evadirme de las situaciones que me estresan.

Parece que ha encontrado en Tregua un salvavidas que no sabía que existía.

(Piensa) Por supuesto que Tregua para mí es mi vida. No sé si es un escudo al final, pero sí algo necesario. Yo necesito la música para vivir...

El Covid-19 interrumpió el recorrido de Juntos y revueltos

Sí, fue duro. Estábamos haciendo una gira para reivindicar el relevo generacional del que tanto se habla, y que al final ocurre si la gente quiere. Siempre estamos pidiendo nuevas bandas, pero si no se les da la oportunidad de ser escuchadas, es imposible. Nosotros habíamos preparado dos fechas en las comunidades autónomas de cada uno de los grupos [Gritando en Silencio, La Desbandada], buscando esa unión musical que no había entre las personas. La gira había salido genial, y aquí es la primera vez que nos tocó suspender un concierto.

Habla de relevo generacional, ¿se duda del futuro del rock en España?

Yo no tengo ninguna duda, y quien la tenga que escuche a estas bandas. Yo creo que la gente lo que tiene que hacer es darles la oportunidad. Lo fácil es decir que no hay relevo, lo difícil es molestarte en escuchar los trabajos.

Decía para presentar este proyecto que "hace tiempo en la radio sonaba el rock"... ¿El reguetón lo ha expulsado de la escena?

(Resopla) No lo sé, es una pregunta difícil. Lo que sí está claro es que hay músicas que son modas, y el rock no es una de ellas. El rock nunca se ha muerto y nunca se va a morir. Siempre tiene público, y creo que es uno muy inteligente en el sentido de que valora mucho el trabajo de las bandas, no las imposiciones que quizá hay en otros estilos.

¿Hace falta en otros géneros un Manual de la verdad

Podría ser una adaptación, sí (risas). Pero en el rock no existen los pelotazos, existe el convencer al oyente a través de tocar bien. Otra cosa es que las radios apoyen a todos los estilos de música. Eso creo que es una asignatura pendiente.

Ustedes han compensado esa balanza con trabajos como De puertas pa dentro

Yo creo que somos una banda de verdad, transparente. Y en lo personal, no hay nada más que lo se ve. Por eso De puertas pa dentro es una invitación a la gente...

¿Usted ha abierto todas sus puertas como Mario?

Creo que las personas nos estamos conociendo a nosotras mismas toda la vida. Es una cuestión de ir creciendo en lo personal y en lo profesional, y de plantearse siempre nuevas metas. Es lo que me estimula, a mí y a la banda. Creo que valoraremos con el tiempo todo lo que hemos conseguido, pero lo interesante es mantener viva la llama, y para eso hay que ir saliendo de la zona de confort.