Una de las características de la pandemia del coronavirus es el aislamiento obligado que viven los contagiados y que impide que los familiares puedan visitarlos en el hospital como ocurre con otras patologías. Esto ha provocado que cientos de afectados en toda España fallezcan en soledad y sin poder haber contactado en ningún momento con sus allegados. Conscientes de que en los casos más graves, cuando el desenlace previsible es la muerte del infectado por Covid-19, "es fundamental que el paciente pueda tener un momento de intimidad" con sus seres queridos, desde el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) permiten que algún familiar visite a los enfermos, según reconocía ayer el gerente del área sanitaria, Luis Verde. "En esos momentos tan duros lo hemos contemplado y cuando el desenlace es inevitable se permite a las familias acceder a la habitación con los equipos de protección necesarios", indicó Verde, que recordó que se han implantado medidas telemáticas para facilitar el contacto en pacientes menos graves.