Cualquiera que repase los resultados del equipo Movistar la temporada pasada podría deducir que se trató de un curso plagado de éxitos. La formación navarra, una de las más veteranas en activo del pelotón, se impuso en el Giro con Richard Carapaz, ganó la clasificación por equipos de las tres grandes vueltas (Giro, Tour y Vuelta) y adornó el palmarés con el podio de Alejandro Valverde en la ronda española. Visto así, la tendencia natural conduce a pensar en un año repleto de alegrías y buena sintonía entre los corredores, pero fue todo lo contrario.

El documental El día menos pensado, disponible en Netflix y Movistar Plus, retrata desde dentro la convulsa temporada del equipo dirigido por Eusebio Unzué, desde la victoria en el Giro hasta la práctica desintegración de la estructura deportiva de los últimos años en la Vuelta; un curso trufado de desencuentros y malentendidos, algunos de ellos alimentados por la propia torpeza del equipo en las carreras y lejos de ellas.

La serie de seis episodios „de alrededor de media hora cada uno„ podría centrarse en los éxitos del equipo la temporada pasada, que los tuvo y variados, pero a cualquier espectador medianamente familiarizado con el ciclismo le chirriaría enseguida. Todos los triunfos del Movistar quedaron eclipsados por los muchos líos en los que se vio envuelto con sus rivales y, sobre todo, entre sus propios integrantes. El documental, y es lo que verdaderamente se agradece, no cae en la tentación de obviar las luchas cainitas entre sus corredores, los actos de indisciplina o las salidas de tono por parte de los jefes.

El resultado es así un producto crudo alejado del modelo de propaganda que se ha impuesto en los últimos tiempos entre los equipos profesionales que promueven este tipo de series. En el caso del Movistar hubiera resultado muy complicado pasar por encima de todas las polémicas que rodearon al equipo, así que lo que se propone es una inmersión sin edulcorantes en el conjunto navarro desde la victoria en el Giro hasta el final de la Vuelta.

Así, puede observarse la frustración de Mikel Landa en la ronda italiana después de ser superado por su compañero Carapaz en el rol de líder o cómo el corredor alavés se queda de nuevo lejos de las expectativas autoimpuestas y de las que en los últimos tiempos ha impulsado lo que se ha dado en llamar Landismo, una especie de fe ciega en su forma de competir contrapuesta en la mayoría de las ocasiones a la de su compañero Nairo Quintana.

Uno, el vasco, representaría la valentía sobre la bicicleta, mientras que al colombiano se le atribuye cierto conservadurismo a pesar de triunfos como el del pasado Tour en Valloire, recibido con una frialdad indisimulada por sus compañeros de la que da prueba el documental. La delicada convivencia entre ambos, a la que hay que sumar el papel dentro del equipo de Valverde, por entonces vigente campeón del mundo, concentra los problemas de liderazgo que se vivieron durante la ronda francesa, alimentados por las torpezas comunicativas y estratégicas de los responsables de la formación.

Aparecen así capítulos que han convertido al Movistar en blanco habitual de las críticas más ácidas de los aficionados al ciclismo, como el del desfallecimiento de Quintana en el Tourmalet cuando sus compañeros tiraban a bloque por delante. En ese caso, cada uno escurre el bulto como puede, pero en líneas generales el documental es bastante honesto.

A los espectadores que se acerquen a la serie para descubrir el funcionamiento de un equipo ciclista profesional les puede sorprender incluso la dureza de algunos corredores hacia sus compañeros cuando parecen olvidarse de que les están grabando o la falta de tacto de algunos jefes.

La serie funciona como colofón de la agitada temporada 2019 y a la vez como punto de partida de un nuevo equipo después de las salidas de Quintana y Landa. Marc Soler y Enric Mas representan un futuro ahora condicionado por la epidemia de coronavirus.