El coronavirus es, según la canciller alemana, el mayor desafío al que se enfrenta la UE desde su creación. Un " shock simétrico" porque afecta por igual a todos los países y en la medida en que el bloque comunitario salga reforzado de esta coyuntura también lo harán sus estados miembros. "Alemania solo estará bien a largo plazo si Europa está bien", aseguró Angela Merkel ayer tras la reunión de seguimiento de su gobierno, enfatizando que la respuesta a la crisis del coronavirus solo puede ser más Europa. La defensa, sin embargo, vino con dos matices de la mano. El mantenimiento, por un lado, de "cierta soberanía" para la "autoproducción" del material esencial para combatir una pandemia; y una nueva negativa a los eurobonos, de los que Alemania y Holanda son los grandes opositores.

En su primera comparecencia pública tras la cuarentena, la canciller indicó que la propuesta que Alemania lleva al Eurogrupo de hoy consta de tres pilares: el Banco Europeo de Inversiones, el nuevo programa Sure de la Comisión Europea y el Mecanismo Europeo de Estabilidad, este último una línea de crédito preventiva con condiciones reforzadas que aún no ha sido usada y que permite prestar hasta el equivalente al 2 % del PIB del país que lo solicite. En el caso de España serían hasta 25.000 millones. Merkel destacó que esta opción implica "poca condicionalidad", porque según la propuesta sobre la que trabaja el Eurogrupo la supervisión se limitaría a que los fondos se destinen exclusivamente a la respuesta económica y sanitaria a la crisis y al respeto a las reglas fiscales europeas. La canciller dijo también que esta alternativa aporta "seguridad para todos", en una referencia implícita a la principal razón por la que Berlín se opone a los coronabonos.