Después de algo más de dos meses y medio de encierro, los habitantes de China empiezan a ver la luz al final del largo túnel en el que los sumió el coronavirus. Hoy mismo se levanta el bloqueo sobre Wuhan, el epicentro de la pandemia, pero gallegos residentes en diferentes puntos del país relatan que el regreso a la normalidad está siendo paulatino y bajo estrictas medidas de control: se les toma la temperatura cada vez que entran en un establecimiento, todo el mundo usa mascarilla y poseen códigos QR que les identifican como pacientes sanos que pueden circular libremente. Desde las ciudades de Pekín, Chengdu o Guangzhou relatan cómo tratan de retomar su día a día.

Sara Landesa, empresaria en Chengdu. "Estamos casi volviendo a la normalidad", dice la empresaria gallega Sara Landesa, afincada desde hace 15 años en Chengdu. "Yo he vivido dos meses muy tranquila, en casa, sacando a los perros por la mañana y por la noche y, de vez en cuando, a hacer la compra, y siempre me he sentido muy tranquila, muy protegida", dice preocupada ahora por las noticias que le llegan de España. "Aquí jamás prohibieron salir a la calle y no había ningún policía vigilando, pero nadie salía'. Hace escasos días que Landesa por fin ha vuelto a oír a algún niño en la calle jugando, algo que no pasaba desde hace más de dos meses. "La forma de volver a trabajar ha sido impecable, porque hay que hacerlo de forma que no pierdas el control. Lo han hecho no cuando se estaba llegando al pico, sino cuando el pico ya estaba pasado", asegura.

Javier García, delegado de EFE en China. Desde Pekín, Javier García, delegado de EFE en China desde hace dos años, también indica que "ya estamos empezando ya ver la luz al final de este largo túnel en el que llevamos ya dos meses y medio". El periodista gallego señala que aunque "no es obligatorio" el uso de mascarilla "si te la sacas la gente te mira mal y te pide que te la pongas". El corresponsal sostiene que el Gobierno chino no relajaría las medidas en zonas del país muy afectadas si no tuviera la certeza de que la situación está controlada porque, de lo contrario, sería "tirar piedras contra su propio tejado".

Javier Falagán y Daniel Fernández, entrenadores de fútbol. El exfutbolista Javier Falagán pudo reincorporarse a tiempo a la disciplina del Guangzhou Evergrande, donde ejerce como entrenador de porteros en la cantera del equipo más importante de Asia. "Aquí, poco a poco, vamos recobrando la normalidad. La pandemia está controlada yo creo que en un 95 o 98%, aunque algunas cosas van muy lentamente", dice desde la ciudad deportiva de club, a donde llegó tras pasar sus vacaciones en España. "Ahora aquí solo estamos los primeros equipos de cada categoría y no estamos operando ni al 20 % de la capacidad ". El que no pudo incorporarse a la disciplina del club asiático fue Daniel Fernández, que ejerce como entrenador en la cantera del equipo. Tras sus vacaciones en Indonesia y Vietnam, tuvo que volverse a Galicia. "Teníamos que volver el 14 de febrero, pero el vuelo de Vietnam a China lo cancelaron y del club nos sugirió que regresásemos a España", dice. "Mi traductor me advertía de que me metiera en casa, que no saliera para nada, y que si lo hacía usara mascarilla y guantes", dice. Ahora espera a que todo pase para regresar.