Cerca de 1.700 enfermos gallegos con Covid-19 que permanecen aislados en sus hogares son controlados por un equipo de médicos de Atención Primaria y enfermeros a través del sistema Telea, una herramienta de telemonitorización que funciona, desde hace años, para realizar seguimiento domiciliario a pacientes crónicos, y que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha optado por reorientar durante la actual pandemia. El objetivo es dar apoyo a los afectados por el SAR-CoV-2 en dos niveles diferentes, tal y como explica el subdirector de Procesos Asistenciales del área sanitaria de A Coruña, Pedro Marcos.

"Uno en Atención Primaria, para pacientes con síntomas leves que, en principio, no tienen mayor riesgo y pueden permanecer en sus casas; y otro, para enfermos que han sido dados de alta en el hospital pero que precisan continuar bajo supervisión médica en los días posteriores", señala Marcos, y agrega: "Llevamos un mes tratando a afectados por el Covid-19, lo cual nos ha permitido adquirir ya una cierta destreza para poder prever que hay un grupo de pacientes en los que la enfermedad se va a desarrollar sin mayores complicaciones, aunque nunca podemos tener una certeza total de que esto va a ser así. Telea nos permite llevar a cabo la transición del hospital a los domicilios de una manera más controlada y segura. Además, como hacen falta camas en los centros hospitalarios, esta herramienta nos ayuda a que esos dos o tres días que antes permanecían ingresados a mayores, ahora los puedan pasar en sus domicilios, pero controlados", destaca.

El subdirector de Procesos Asistenciales del área sanitaria coruñesa recalca que son los propios médicos que llevan cada caso los responsables de determinar qué pacientes pueden necesitar esta herramienta tecnológica. "Los facultativos realizan una especie de prescripción y, automáticamente, se les da de alta en el programa", apunta Marcos. Un equipo de enfermería se encarga de respaldar a los enfermos durante ese proceso. "Hay que analizar las capacidades que tiene cada uno de ellos para manejar la aplicación, porque no a todos les resulta sencillo. A los de mayor edad, intentamos que los hijos o los nietos les den un soporte", remarca.

A través de Telea, los pacientes que se recuperan en sus domicilios deben comunicar a los profesionales sanitarios, cada ocho horas, su temperatura corporal, la saturación de oxígeno -mediante un pulsioxímetro que se les facilita- y la frecuencia cardíaca, además de responder a una encuesta sobre sus funciones respiratorias para determinar la evolución. "Se trata de evaluar individualmente cada caso. No obstante, en general, la saturación no debe caer por debajo del 93%, porque eso significaría que se está cerca de la insuficiencia respiratoria; la frecuencia cardíaca no ha de superar las 90 o100 pulsaciones por minuto; y la temperatura no debe sobrepasar los 37,8 grados. Aunque, insisto, cada situación se analiza en particular porque hay personas con insuficiencia respiratoria crónica, en cuyo caso se asume que puedan estar por debajo de esos valores", matiza el subdirector de Procesos Asistenciales del área sanitaria de A Coruña.

Cuando una de esas variables está alterada, "salta una alarma". "Nuestro equipo de enfermería la va a detectar y va a chequear a ese enfermo para ver cuál es su situación. Si consideran que hay algo especial, se lo comunicarán al médico que lleva ese caso, quien valorará la posibilidad de pedir una consulta específica para ese paciente", indica Pedro Marcos, y recalca: "Telea lo está llevando un equipo multidisciplinar, pilotado por neumólogos, infectólogos e internistas. Tenemos todo muy bien circuitado para intentar mantener la misma línea asistencial y que no entren veinte especialistas a tratar a un mismo paciente", concluye.

"Esta herramienta nos permite realizar la transición de los enfermos del hospital a sus casas de manera más controlada y liberar camas", aclara el subdirector de procesos asistenciales del área sanitaria de A Coruña.

MÉDICOS TRAS LA PANTALLA O EL TELÉFONO

Más de 800 coruñeses se recuperan a domicilio de la infecciónn por Covid-19. Deben estar aislados en sus casas, pero no están solos. Para cuidar de su salud, hay un equipo de seguimiento que está pendiente de sus síntomas y de su estado general, y que les intenta dar la tranquilidad que necesitan con una respuesta profesional. Bien a través del teléfono, o mediante el sistema Telea. "En nuestro listado de trabajo tenemos los pacientes positivos de nuestro cupo. Cuando contactamos con ellos, siempre les damos la opción de utilizar Telea. ¿Qué necesitan? Un móvil, acceso a internet y el compromiso de cumplimentar un cuestionario y de facilitarnos, a través de la aplicación, sus datos de temperatura y saturación. Por defecto, tres veces al día", explica Nieves Domínguez, médico de Atención Primaria de O Ventorrillo.

"Es un sistema muy cómodo, tanto para el paciente como para los profesionales sanitarios. No da mucha tranquilidad", subraya Domínguez, quien indica que a los enfermos que no son susceptibles de Telea, "por no tener internet o no estar familiarizados con las nuevas tecnologías", el seguimiento "se les hace por teléfono".