Hace más de dos semanas cerraron todos los restaurantes, cafeterías y bares de Galicia. Después los hoteles y pisos turísticos, que no pueden alojar a nuevos huéspedes desde el 25 de marzo. En poco más de 15 días el sector hostelero y hotelero se desplomó por la crisis sanitaria del coronavirus, y como en un juego de dominó, la pandemia golpea de lleno los negocios turísticos de temporada. Perdida ya la campaña de Semana Santa, las agencias de viajes, los guías turísticos o las empresas de ocio afrontan con temor los meses de verano y las escapadas de fines de semana o puentes. De no remontar antes del Xacobeo 2021, miles de cafeterías, restaurantes y establecimientos hosteleros se verán abocados a echar el cierre o intentar aguantar asfixiados por facturas hasta la gran cita turística de la comunidad gallega.

El Clúster del Turismo de Galicia estima que unas 120.000 personas trabajan en el sector, que supone más del 10% del PIB autonómico. La hostelería representa otro 8%. En un ámbito económico copado por pymes y autónomos, hasta 100.000 puestos están en peligro por esta crisis, según calcula el presidente del organismo, Cesáreo González Pardal. De hecho, la mayoría de los empresarios turísticos se han visto abocados a presentar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

Verano y Xacobeo."La campaña de Semana Santa está truncada al 100% y en verano el parón será todavía terrorífico", advierte el vicepresidente del Clúster del Turismo y presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete. Hoteleros y hosteleros gallegos se miran en el espejo de China: el país asiático tardó cuatro meses en empezar a recuperar la normalidad. "Es ahora cuando empiezan a abrir hoteles, pero todavía con muchas restricciones", relata Cañete, al tiempo que da por perdido el turista extranjero en la campaña estival y el nacional, "prácticamente". La mirada ahora está puesta en el Xacobeo 2021. "La crisis sanitaria ha golpeado de lleno al sector, no solo aquí, a nivel mundial"; lamenta el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña. "Confiamos en que el Xacobeo pondrá de nuevo en marcha el sector, habrá ayudas y esperemos que todo vuelva a la normalidad", destaca Cañete, que no se aventura a dar la cifra de cuántos negocios se quedarán hasta entonces por el camino: "Es muy difícil prever el impacto".

Normativa cambiante. Es uno de los quebraderos de cabeza para el sector hotelero. La cuarentena obligatoria dejó vacíos el 95% de los hoteles gallegos. Solo quedaron abiertos establecimientos con clientela fija, como los hostales que acogen a tripulantes de barco. Primero el decreto de estado de alarma ahuyentó a los viajeros, después se ordenó el cierre de establecimientos (muchos de ellos ya habían enviado al personal a sus domicilios) y más adelante el Gobierno admite excepciones de alojamiento (para los efectivos de emergencias, entre otros). El BOE publicó una lista de hoteles

apartamentos turísticos autorizados a hospedar en estas situaciones; por su parte la Xunta y los concellos habilitaron albergues y otras instalaciones para acoger a personas en exclusión social o enfermas. Por otra parte, la crisis sanitaria dicta nuevas normas de higiene o sobre distancias entre personas que en ocasiones requieren de adaptaciones a los establecimientos hoteleros.

ERTE. No hay prácticamente negocio del sector que no haya solicitado un ERTE. Entre los 200 asociados de la Asociación de Hostelería de A Coruña, según detalla Cañete, todos lo han tramitado. "Y lo han hecho „detalla„ ya antes de las medidas anunciadas por el Gobierno este fin de semana". Las gestorías que atienden los expedientes de regulación presentados por hosteleros y hoteleros se encuentran prácticamente desbordadas por la avalancha de peticiones. El presidente del Clúster del Turismo en Galicia advierte: "Y todo esto a unos días de presentar declaraciones de autónomos, IVA e IRPF. No hay movilidad para llevar documentos, pero sí apercibimientos de Hacienda", lamenta. Para Cesáreo Pardal, "está claro que lo primero es la salud. Pero después hay que seguir trabajando. La burocracia nos puede hacer morir de hambre". Destaca que las ayudas anunciadas por el Gobierno no contemplan a los negocios de temporada. "Todo el sector lo está pasando mal y las ayudas son claramente insuficientes", cuestiona.

Facturas.Cuando se levante el estado de alarma, el sector entiende que todavía habrá restricciones para contener el virus y evitar contagios a la población más vulnerable, los mayores. "Cuando se vuelva a permitir la apertura de los negocios, el sector tendrá sobre la mesa al menos dos rentas adeudas y gastos fijos a los que hacer frente, sin olvidar que hoy mismo hay que hacer frente a rentas e impuestos", apunta Cañete.

Ayudas. "Es imposible prever el impacto, no se sabe ni cuándo ni cómo podremos volver a abrir", apunta el presidente en funciones de la Asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Richard Huerta. Da por hecho que la vuelta a la normalidad se hará de manera "escalonada" y confía en la "fuerza" del Camino para lograr paliar los efectos de la crisis desatada por el coronavirus. Huerta también hace un llamamiento al Gobierno central para que promueva ayudas con las que el sector pueda hacer frente al pago de nóminas y facturas.

Pisos turísticos. Otro pilar del sector turístico gallego son las viviendas de uso turístico (VUT) que gestionan propietarios "como un apoyo para la hipoteca, pagar residencias de mayores o los estudios de los hijos", detalla Dolores Aguín, de la asociación Aviturga. Las VUT no solo carecen de ayudas institucionales sino que tributan "del 20 al 30%", afirma. La crisis eliminó de un plumazo los ingresos que podrían recibir por estancias de fin de semana o puentes como el de San José, y tras las cancelaciones masivas de este mes, "la recuperación de reservas para el verano es una incógnita". Una de las alternativas que barajan es destinar estas viviendas al alquiler de temporada, por más de 30 días, que sí está autorizado. Aguín explica que muchos propietarios de VUT estaban ya acondicionando los alojamientos para Semana Santa, "con un coste que no se recupera porque está todo paralizado".

Y después, ¿qué? Es la pregunta que se hace todo el sector. Cañete y Huerta destacan que "el turismo iba muy bien en Galicia y en A Coruña". Para Aguín, Galicia "es un destino ideal para desconectar, tenemos todo", por lo que confía en la recuperación de reservas en cuanto se resuelvan cuestiones como cuándo acabará el curso escolar. Pardal pronostica que "después de esto nada será igual en el turismo", y aboga por "dar confianza al turista, ganárselo y que vuelva".