Carolina Elías, presidenta de la asociación de servicio doméstico Sedoac, subrayaba hace días la dificultad para ejercer su trabajo con motivo del estado de alarma y daba voz a un pensamiento que ronda la cabeza de millones de ciudadanos en este momento: "Tenemos más miedo a no llegar a fin de mes que al coronavirus". Algunas encuestas publicadas recientemente constatan esta afirmación, dado que la incertidumbre laboral se transmite a más velocidad que el propio Covid-19. Los datos son demoledores en este sentido: solo en Galicia, el miércoles ya había 205.396 trabajadores afectados por 32.206 Expedientes de Regulación Temporal Empleo (ERTE) activos.

Según el economista gallego y catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, Antón Costas, hay "dos pandemias que acechan el ánimo y el sosiego de los ciudadanos". Una es el coronavirus. "La otra es la pandemia del miedo a perder el empleo", que se extiende "como un reguero de pólvora en la sociedad" a raíz de la flexibilización de los ERTE. Según Costas, el temor a quedarse sin trabajo "puede tener consecuencias económicas y empresariales importantes", incluso puede "acentuar la caída de la actividad económica". Así lo afirma en su artículo Empresas con alma frente al coronavirus al señalar que "ese miedo aumenta la propensión a ahorrar y reduce el deseo de consumir de los hogares". De esta forma, la demanda de la economía y las ventas de las empresas "se deprimen aún más". "El Gobierno puede encontrarse con que las remesas de dinero a las familias y las moratorias de impuestos no se utilizan para mantener el gasto, sino para aumentar el ahorro", señala Costas. Otro efecto es un probable "derrumbe de la legitimidad y apoyo de la sociedad hacia los directivos y las empresas", por lo que solicita "un comportamiento socialmente responsable y no egoísta" en las compañías, dado que el "conjunto del sistema empresarial no financiero lleva unos años de excelentes resultados".

Según el último cálculo elaborado por el servicio de estudios de IFFE Business School, la comunidad gallega sumará 63.200 parados este año y elevará el índice de desempleo al 16,76%. "Hay que hacer todo lo necesario para cortar la propagación del Covid-19 así como para curar a los ya infectados", asegura el informe antes de señalar que resulta "obligado proporcionar liquidez a los autónomos y a las empresas para que puedan soportar la crisis sin destruir la capacidad productiva instalada y preservar el máximo de empleo posible". "Los costes de estas actuaciones son muy elevados, pero si se actúa con rapidez y eficacia, la recuperación será posible en la segunda mitad del año y a lo largo del 2021: de no llevarse a cabo, se conduciría a nuestro país a una depresión profunda y larga en el tiempo", señala el análisis de IFFE.

¿Qué puedo hacer?

Si la economía es confianza, como suele repetirse cada vez que se resquebraja el sistema, la psicología es una de las grandes herramientas para restaurarla. En su artículo Miedo a perder el trabajo, ¿qué puedo hacer?, la psicóloga Valeria Sabater sostiene que el temor a quedarse sin trabajo a causa de la pandemia por Covid-19 "no es, ni mucho menos, un temor irracional ni pecamos en absoluto de ser negativos o catastrofistas". "Es en realidad un hecho que, como si de un tsunami se tratase, está llegando a casi cualquier parte", afirma. La Organización Mundial del Trabajo (OIT) anunció recientemente que la actual crisis podría llevar al desempleo a más de 25 millones de personas en todo el mundo.

Ante una emergencia de este calibre, la ciudadanía exige de los estados una respuesta "coordinada, decisiva e inmediata" que evite una "sangría de despidos", proporcione "protección social" y dinamice la economía en cuanto se consiga el primer objetivo: frenar el avance del coronavirus.

"Si al temor al contagio o al estar pasando por la propia enfermedad, le añadimos la angustia laboral, el impacto psicológico es evidente", afirma Sabater.

La psicóloga sostiene a continuación que "lo prioritario ahora mismo es protegernos". Esta especialista explica que "una mente constantemente preocupada baja