"Yo no dejé a lo Beatles, pero nadie quiere ser el que dice que la fiesta ha terminado", se defendía Paul McCartney tras anunciar, hace ahora 50 años, el final del grupo más grande de la historia. Sus compañeros siempre le reprocharon que lo hubiera hecho sin contar con ellos a través de un comunicado enviado a la prensa para promocionar su primer disco en solitario. En realidad los cuatro Beatles llevaban sin trabajar juntos desde el 20 de agosto de 1969, día en que concluyeron la grabación del álbum Abbey Road. "Pero no dijimos: 'Vale, se ha acabado, último disco, última canción, ultima toma", recordaba en su día Ringo Starr, para quien "siempre existía la posibilidad" de que los Beatles hubieran seguido juntos.

Hasta que McCartney, con motivo de la publicación de su debut en solitario, distribuyó una nota de prensa que incluía una serie de preguntas y respuestas. En ellas hablaba de su "ruptura" con los Beatles y descartaba volver a trabajar con el grupo.

El 10 de abril de 1970 los diarios británicos titulaban en sus portadas que McCartney dejaba los Beatles, lo que inmediatamente se interpretó como el anuncio oficial de la separación del grupo. McCartney se había opuesto „y el tiempo le dio la razón„ a que Allen Klein, un tiburón que había trabajado antes como mánager de los Rolling Stones, se convirtiera en representante del grupo. Después criticó públicamente el trabajo que el productor Phil Spector hizo con las grabaciones del álbum Let It Be. Y tampoco se mostraba de acuerdo con que su disco en solitario se publicara después del de Ringo y de Let It Be. En ese clima de enfrentamiento, Paul decidió que había llegado el momento de compartir con "todo el mundo" la cruda realidad de que los Beatles ya no existían.