Enfermos crónicos con algún tipo de dependencia que limite su autonomía funcional o mayores que vivan en zonas rurales aisladas y que ya normalmente dependían de un familiar para recoger las medicinas en la farmacia. Este es el perfil de pacientes a los que, durante la cuarentena por coronavirus y de modo "excepcional", los farmacéuticos gallegos pueden llevar los medicamentos que necesiten a sus propios domicilios. Pese a que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña no tiene datos de cuántas boticas secundan esta iniciativa „que es voluntaria„ son muchas las que ya ofrecen este servicio. "Como agentes sanitarios que somos tenemos que echar una mano y colaborar", indica Carlos Varela, con farmacia en A Coruña y que en la primera semana de servicio ya ha realizado más de una decena de entregas. Opinión que comparte Silvia Represa, con botica en Tordoia: "En el rural muchas veces somos el primer escalón de entrada al sistema sanitario".

La posibilidad de, en casos excepcionales, realizar entregas a domicilio de medicamentos ya se recoge en el artículo 7 de la ley de ordenación farmacéutica gallega, aprobada el pasado año. "Es un artículo que aún está pendiente de desarrollar, de regulación, pero en el decreto de alarma del Gobierno central también se aludía a lo mismo y por ello, la Consellería de Sanidade remitió una nota a los colegios de farmacéuticos explicando que esta es una de las situaciones excepcionales que permiten dar este servicio", explica Silvia Represa. "Se establece que cinco farmacias cercanas a la vivienda de los pacientes que cumplan los requisitos pueden hacer esta entrega informada. Es algo voluntario y aunque cualquier farmacia querría colaborar, depende de cada caso. Hay algunas en las que solo trabaja una persona por turno y a las que no les es viable realizar las entregas a domicilio", añade Carlos Varela.

La pandemia de coronavirus, que obliga al confinamiento en casa y muy especialmente a pacientes de riesgo, es una de esas excepciones que contempla la normativa. Los farmacéuticos coruñeses lo dejan muy claro. "Es algo excepcional y solo mientras dure el estado de alarma", resaltan. Un servicio que deben demandar los propios pacientes „al ponerse en contacto con su farmacia habitual„ y que solo se ofrece en situaciones muy concretas. "Con la crisis del coronavirus tiene que tratarse de pacientes crónicos inmunodeprimidos, con cardiopatías o patologías respiratorias que al ser grupos de riesgo tienen que estar aislados, personas mayores con movilidad reducida... y siempre que no tengan familia o alguien que las pueda ir a recoger", explica Varela. "En mi caso, la mayoría son personas que viven solas y que ya no venían ellos a recoger las medicinas sino que, como abrimos todos los días, la familia que les iba a visitar el fin de semana las venía a buscar. Ahora, por el confinamiento, no pueden desplazarse a verles y entonces se las llevamos nosotros", añade Represa, quien recuerda que el objetivo es "asegurar" la medicación a los más vulnerables por el coronavirus.