El presidente de Rusia, Vladimir Putin, admitió ayer que la situación "no mejora", con un balance de más de 18.000 personas contagiadas y 148 víctimas mortales por el coronavirus. El centro operativo ruso para la lucha contra la propagación del virus confirmó ayer "2.558 nuevos casos de infección por coronavirus en 62 regiones", lo cual eleva el cómputo total a 18.328 positivos. Moscú concentra la mayoría de los casos nuevos, con 1.355 infecciones en un día, para un total de 11.513 personas contagiadas en la capital rusa, según informa la agencia de noticias Sputnik.

Además, el centro operativo indicó que "en la última jornada murieron 18 pacientes con el coronavirus". "Durante todo el período (de la pandemia) en Rusia fallecieron 148 personas", concluyó. A ello hay que añadir que unas 146.000 personas a lo largo de Rusia se mantienen en observación a la espera de que los tests aclaren si están infectadas, según la oficina nacional de protección al consumidor (Rospotrebnadzor). Tras conocerse el balance actualizado del impacto del Covid-19 en Rusia, Putin reconoció en una reunión de Gobierno transmitida por la cadena Rossiya 24 que la situación "lamentablemente no mejora" porque "aumenta el número de enfermos y cada vez hay más casos con un cuadro grave".

No obstante, el jefe del Kremlin subrayó que "la situación cambia casi a diario", apuntando que "las próximas semanas serán en gran medida determinantes" en la lucha contra el coronavirus en Rusia. Putin anunció además el despliegue del Ejército para ayudar en la lucha contra el avance de la epidemia en el país. Según indicó durante una reunión con sus ministros, "todas las capacidades" del Ejército ruso "pueden y deben ser utilizadas". Así, recordó que otros países como Italia también han recurrido al Ejército en la respuesta al coronavirus. "Tenemos que aprovechar su experiencia, las capacidades del Ministerio de Defensa ruso", subrayó.

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Dimitri Peskov, explicó que las medidas de apoyo a empresas y ciudadanos para superar la crisis generada por la pandemia se prolongarán si es necesario. "La situación está bajo observación y se están formulando varios escenarios de continuación y aprobación de nuevas medidas", dijo, al tiempo que subrayó que Putin se está encargando personalmente de este asunto.

En este sentido, más de medio millar de escritores y editores rusos se dirigieron ayer al Gobierno en una carta abierta para que catalogue los libros como un "bien de primera necesidad" con el fin de salvar la industria editorial de la ruina durante la pandemia del coronavirus. La segunda demanda que le hacen al jefe del Ejecutivo es que la industria del libro sea una de las primeras en recibir ayuda estatal, ya que es una de las que más ha sufrido.