Cuatro largas semanas sin ir al cole, sin salir al parque, sin jugar con los amigos...y sin apenas pisar el hospital. El confinamiento, pero también la prudencia de las familias a la hora de recurrir a los servicios hospitalarios y el temor al contagio del coronavirus SARS-CoV-2 han reducido a menos de la mitad el volumen de urgencias pediátricas atendidas a diario por los profesionales del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña.

"Hemos notado un descenso considerable. Estamos por debajo del 50% del número de urgencias habituales, bastante por debajo", explica el jefe del Servicio de Pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Jerónimo Pardo, quien atribuye esa disminución de la afluencia a las Urgencias del Materno "no solo al reparo de los padres, algo muy comprensible", sino también al descenso de "traumatismos, fracturas, esguinces, cortes"... Un sinfín de pequeños accidentes derivados del juego y el deporte que estos días "prácticamente desaparecen o se minimizan", al quedar limitadas esas actividades al espacio comprendido entre las cuatro paredes de casa.

"Por otro lado, al suprimirse las clases en los centros educativos, la incidencia de las enfermedades infecciosas disminuye enormemente entre los niños, ya que el principal mecanismo de transmisión de este tipo de dolencias es la convivencia con otros pequeños, en colegios, guarderías, etc.",señala el doctor Pardo, y agrega: "La mayor parte de los niños, hoy en día, son hijos únicos o como mucho tienen un hermano, con lo cual las posibilidades de contagio son mínimas. Se reducen a sus padres, y los niños casi siempre se infectan a través de otros pequeños. Es más, suelen ser ellos los que contagian a sus progenitores. Ahora mismo, es como si estuviesen en una burbuja", destaca.

El jefe de Pediatría del Chuac agradece, en cualquier caso, a las familias que, "en circunstancias tan excepcionales", estén actuando con "prudencia", acudiendo a los servicios de emergencias hospitalarias solo cuando es estrictamente necesario.

Jerónimo Pardo reivindica, además, la labor desempeñada por los pediatras de Atención Primaria, la puerta de entrada de los pequeños al sistema público de salud. "Los compañeros de los centros de salud están realizando una tarea fundamental, siempre a disposición las familias y de los niños, tanto a través del teléfono como de manera presencial, para resolver cualquier problema o duda que pueda surgir.Y para los casos graves, por supuesto, nosotros estamos atendiendo presencialmente, como siempre", remarca.

Las patologías graves son, por desgracia, inmunes a la pandemia. "Un niño con apendicitis va a tener que venir a Urgencias, al igual que el que debuta en la diabetes, el que sufre enfermedad inflamatoria intestinal o el que tiene leucemia, por ejemplo. Este tipo de dolencias siguen existiendo, y no van a dejar de manifestarse porque estemos en plena crisis sanitaria por el Covid-19", subraya el responsable de Pediatría del Chuac, quien especifica que en el servicio de emergencias pediátricas del Materno Infantil coruñés siguen atendiendo todo tipo de cuadros clínicos, aunque "en menor volumen".

"La afluencia es mucho menor, pero la consulta es variada. Patologías graves, y otras no tan graves. Infecciosas también, aunque con mucha menos frecuencia, aunque siguen apareciendo. Esto también sucede en verano, lo que ocurre es que en la temporada estival el descenso no es tan acusado como estos días", concluye el doctor Pardo.