La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, Amparo Rodríguez Lombardía, se muestra cauta a la hora de responder a una de las cuestiones más repetida estos días: si los niños deben ser uno de los primeros colectivos en recuperar las calles una vez se inicie la desescalada del confinamiento. Lo que sí tiene claro esta especialista es que, una vez fuera de sus casas, los pequeños, posibles transmisores asintomáticos del coronavirus, deberían adoptar las mismas medidas de prevención que los adultos, incluido el uso de mascarillas. "Será complicado, pero habrá que hacer un esfuerzo educacional importante", subraya.

¿Deben ser los niños los primeros en volver a las calles?

No hay una respuesta unánime por parte de los profesionales de la salud que atienden a los niños sobre este tema. Hay psicólogos que recomiendan una cosa, pediatras que aconsejan otra... Estamos en un estado de alarma, y en esta situación excepcional, existen multitud de factores (económicos, sociales...) que se escapan de lo que es el propio abordaje médico. No hay evidencias, tampoco, de que este corto periodo de confinamiento vaya a tener consecuencias a nivel físico o psicológico para los niños. Y es pronto, también, para esperar o apreciar esas posibles secuelas, en caso de que finalmente se produjesen. Nos encontramos ante una situación inédita, inimaginable para cualquiera de nosotros hace un par de meses.

¿Por qué cree que está costando tanto tomar una decisión sobre cuándo deberían darse los primeros pasos para poner fin al confinamiento de los más pequeños?

Es complicado porque no sabemos si pueden ser vectores de la infección causada por el SARS-CoV-2, como ocurre en muchas otras infecciones víricas y bacterianas, en las que estando asintomáticos, son los principales transmisores. Habrá que hacer muchos test y estudiar esto muy bien. Por otro lado, el hecho de que los niños salgan para cruzar la calle de la mano de sus padres, dar una vuelta a la manzana y volver a sus casas no les va a servir tampoco para socializar o hacer ejercicio, y evitar esas posibles consecuencias del confinamiento.

En cualquier caso, ¿una vez que los niños regresen a la calle, deberían hacerlo también con mascarilla?

Cuando salgan a la calle, por supuesto, tendrán que tomar todas las medidas de protección necesarias. Pero los niños son niños, y va a resultar complicado que sean capaces de manipular las mascarillas sin contaminarlas. Si ya a los adultos se nos hace difícil evitar tocarnos la cara sin querer... Aparte, los niños andan a las carreras, saltan, no paran quietos... Va a ser difícil, aunque lo ideal sería que sí las llevasen. Los padres van a tener que hacer un esfuerzo educacional importante, aunque ya están muy concienciados, al igual que con el tema de la distancia social o la higiene de manos. Pero habrá que seguir incidiendo mucho en toda esta cuestión.

Está en contacto directo con las familias. ¿Cómo llevan los pequeños esta situación?

Los niños son los que mejor se adaptan a las nuevas situaciones y, en general, esto es lo que estamos viendo los pediatras también en esta crisis generada por la pandemia de coronavirus. En las últimas cuatro semanas, sus vidas han sufrido muchos cambios negativos: han dejado de ir al colegio o al instituto, de ver a sus amigos o a sus abuelos, de salir al parque...Y sí que es verdad que a algunos pequeños todo esto les puede generar ciertos problemas, como dificultad para dormir, ansiedad, un ligero aumento de peso por la reducción de la actividad física... Pero esta situación inédita de confinamiento puede traer también consigo cosas positivas. Los padres muchas veces nos transmiten que nunca habían podido pasar tanto tiempo con sus hijos. Y yo personalmente creo que muchos niños están también encantados, porque ven esta situación como una oportunidad para compartir con sus padres un tiempo de calidad que antes no tenían. Aunque, durante unos días, no puedan ir al parque.

¿Qué pautas están dando los pediatras a los padres para que el confinamiento sea lo más llevadero y saludable posible para sus hijos?

Es muy importante mantener una higiene de vida durante este periodo de confinamiento, unas rutinas. Lo que no puede ser es que porque no haya colegio y tengamos que estar en casa, el niño se levante a las once de la mañana. Eso le va a generar problemas de sueño. Nosotros en este sentido, a través de las consultas telefónicas, tratamos de dar pautas a los padres para corregir este tipo de conductas, y también las relacionadas con la actividad física o la alimentación. Aunque no estamos detectando grandes problemas. Habrá que ver, retrospectivamente, si han aumentado parámetros como, por ejemplo, el Indice de Masa Corporal (IMC). Pero eso de momento, pasado solo un mes, no lo podemos saber.