Los empresarios gallegos (CEG), la principal organización de autónomos (ATA Galicia) y las tres grandes centrales obreras (CCOO, UGT y CIG) revelan sus recetas para superar una crisis tan inesperada como inédita.

Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). La gran prioridad es controlar el virus y frenar la expansión de la pandemia. La salud de los ciudadanos está por encima de todo. Pero en paralelo, debemos preservar aquella actividad que, compatible con las indicaciones de las autoridades, permita la plena reactivación económica cuando se den las circunstancias. Debemos mantener el empleo y eso se traduce en la necesidad de liquidez. Nos encontramos en un escenario de extraordinaria dificultad que permanecerá hasta que, superada la peor fase de la crisis sanitaria, iniciemos el regreso a la normalidad. Sin embargo, el contexto que nos vayamos a encontrar será, probablemente, muy distinto del que dejamos hace unas pocas semanas. Nos esperan cambios profundos e inmediatos a los que necesitamos anticiparnos para garantizar no sólo la reconstrucción de los estragos, sino también la convivencia en democracia y la preservación de nuestro modelo económico. Claramente las recetas que apliquemos en Galicia para reactivar la economía y nuestro tejido productivo deben ir acompañadas de otras más amplias a nivel nacional y europeo. Esta no es una crisis autonómica ni nacional, sino global.

1. Necesitamos rebajas fiscales por parte del estado, de la comunidad y de los ayuntamientos.

2. Es el momento de poner en marcha inversiones públicas que estaban paralizadas para poder mantener el déficit.

3. También debe haber ayudas a la contratación y liquidez para aquellas empresas que en situación normal detenten una actividad totalmente solvente.

4. La financiación debe ser barata y con plazos adecuados para mantener el tejido productivo.

5. Además, como fuente de financiación, la colaboración público-privada es imprescindible en las circunstancias actuales.

6. La pandemia ha evidenciado los riesgos que asumimos al concentrar geográficamente la fabricación de bienes, así que es el momento de reindustrializar Galicia, de producir en casa; aprovechar ciertas potencialidades como la producción de alimentos o la madera y completar aquí el proceso productivo.

7. Además, en Galicia tenemos el año próximo una oportunidad única para revitalizar la economía, el Xacobeo. Debemos usarlo como motor de recuperación tras la crisis. Se debe trabajar en un plan de formación turística, con ayudas directas, formación y productos especializados buscando una reactivación del consumo cultural y turístico tras la pandemia a raíz del coronavirus.

8. Por supuesto la inversión en formación resulta imprescindible para la puesta en marcha de la economía y para fomentar la empleabilidad de las personas trabajadoras. Hemos de tener en cuenta las nuevas profesiones que se están gestando ya para adaptarnos desde el punto de vista formativo.

9. Asimismo apostar por el I+D+i. Más que nunca se deben poner en marcha medidas específicas de apoyo a la transferencia de tecnología e impulso a la competitividad industrial desde el fomento de la innovación, creando empleo para la innovación y ayudando a generar cultura innovadora.

10. Además, y a nivel estrictamente nacional, debería abrirse de inmediato un diálogo sincero entre los principales partidos, en la búsqueda de acuerdos amplios y acordes con la extrema gravedad del momento. Deben hacerse todos los esfuerzos para que los costes del desastre sean soportados de manera ecuánime entre unos y otros. La crisis constituye una oportunidad para que las grandes corporaciones lideren la recuperación económica, y sin desatender su función esencial de generar beneficios, orienten su acción hacia empleados, proveedores y sociedad en general.

11. Actividades tan fundamentales para nuestra economía como el turismo y la restauración vivirán un año desastroso, por lo que deberán ser objeto de planes específicos de apoyo, así como de recolocación temporal de sus empleados.

12. Igualmente es necesario agilizar y dimensionar nuestro sistema sanitario, que deberá disponer de recursos estratégicos, equipamiento y recursos humanos, para enfrentarse a esporádicos aumentos de demanda como el que venimos padeciendo ahora.

13. Finalmente, los países de la UE deben gestionar la crisis de forma conjunta; una oportunidad única para que el proyecto europeo salga reforzado.

Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Galicia. En nuestra opinión hemos de plantear una estrategia que en primer lugar aborde de forma directa los problemas de los autoempleados gallegos. Actualmente muchos autónomos no pueden acceder a la prestación por cese de actividad ni a los planes ICO, por lo cual los gastos generados por sus actividades los están dejando sin ningún poder adquisitivo. En segundo lugar, tendrían que asentarse las bases para reanudar la economía y el tejido laboral de la manera más solvente posible. Hay que tener en cuenta que los próximos meses serán más duros y que la economía y el consumo no se van a normalizar hasta pasado el verano o a final de año. No podemos obviar que en el transcurso de este tiempo muchos autónomos pueden verse asfixiados por los gastos al no estar el consumo reactivado. Debemos recuperar el nivel al que trabajaban los autónomos gallegos antes del estado de alarma. Desde ATA Galicia trabajamos con la Xunta para intentar dar soluciones a la crisis actual y plantear conjuntamente estrategias que aborden de manera efectiva este futuro incierto que nos depara el año 2020. Necesitamos también ayudas directas, como ya han planteado otras comunidades, y un programa de impulso a la venta online. También pedimos al Gobierno gallego acciones que completen las últimas medidas que presentamos a nivel estatal y que son las siguientes:

1. Que abone las prestaciones extraordinarias con urgencia para los beneficiarios, así como que proceda a las devoluciones de inmediato de las cuotas de marzo ingresadas de forma indebida.

2. Que acelere la tramitación de los ERTE y garantice acceso automático y rápido a la prestación de desempleo de los trabajadores afectados.

3. Que exonere a los autónomos de baja por Covid-19 o en cuarentena de la cuota de autónomos desde el primer día.

4. Que cambie el criterio para acceder a la prestación de caída del 75%, y lo reduzca al 40%, de facturación que ya reconoce como pérdida sustancial y criterio para el reconocimiento de colectivo vulnerable para el acceso a las moratorias hipotecarias, en alquileres y suministros.

5. Que facilite a las madres autónomas que se reincorporaron a la actividad en 2020 que accedan a la prestación al no poder acreditar una caída de ingresos durante la baja maternal.

6. Que unifique y actualice el listado de cnae suspendidos y se incluya la construcción y reformas en dicho listado.

7. Que para el acceso a las moratorias de alquileres y microcréditos para abonarlos y bono social se incluyan los bienes afectos a la actividad económica.

8. Que se requiera cualquier documento admitido a derecho que acredite la suspensión o caída de ingresos del 40% y no certificado cese en aeat.

9. Que aplace las obligaciones tributarias del primer trimestre al 20 de julio, fecha en la que se presenta el segundo trimestre, y no al 20 de mayo.

10. Que prolongue los ERTE tres meses tras la finalización del estado de alarma.

11. Que se establezca una tarifa plana de 100 euros durante 6 meses tras el estado de alarma para aquellos no beneficiaros de la prestación extraordinaria.

12. Que se ayude a los autónomos con trabajadores fijos discontinuos.

CCOO Galicia. La crisis del coronavirus debería servir para remodelar nuestro modelo de producción. Desde CCOO, hemos estado advirtiendo durante mucho tiempo que un modelo basado en el sector de servicios de bajo valor agregado es vulnerable a los cambios en la situación económica y crea empleos precarios y de bajos salarios. Necesitamos apostar por la industria y el sector de servicios de alto valor agregado y aprovechar nuestro potencial endógeno. Formación, investigación, desarrollo, conocimiento son palabras clave para el futuro de Galicia que deben ir acompañadas de inversión pública, compromiso empresarial y diálogo social. Es hora de buscar fórmulas para recuperar la industria y el empleo deslocalizado. La diversificación evitará procesos de dependencia como los que experimentamos durante la crisis de salud. Esto no se puede hacer ignorando a las personas. La economía de los cuidados debe ser mucho más que un nicho de mercado. Estas semanas hemos escuchado mucho sobre el término "cuidar a nuestros cuidadores", ya que los servicios públicos, especialmente la atención médica, deben recuperar el nivel de inversión antes de la crisis económica de 2008. La atención a los dependientes debe recuperar su carácter universal y abandonar los criterios mercantilistas que han dejado un costo tan alto para los usuarios y trabajadores. Aprendamos de los errores.

UGT Galicia. En este momento proteger la salud de las personas, para UGT Galicia, tiene que ser la máxima e indiscutible prioridad de toda la sociedad pero también es preciso dar una respuesta adecuada a la profunda crisis social, económica y laboral que generó la pandemia del Covid-19. Todo el mundo es consciente del durísimo impacto de la crisis de la pandemia en la salud de las personas, en la economía, el trabajo y en la sociedad. La única manera de afrontar con éxito esta situación es a partir de responsabilidades compartidas y claras, con sentido de la realidad inmediata y a la vez con perspectiva a medio y largo plazo. No entenderíamos que los problemas gravísimos que estamos afrontando se tuvieran que resolver empresa por empresa o individualmente en los tribunales. No es momento de hacer prevalecer intereses partidistas ni cortoplacistas que acabarían perjudicando a todo el mundo. Las medidas económicas adoptadas hasta el momento por la Xunta de Galicia están relacionadas con ciertas exenciones y bonificaciones fiscales, moratorias en el pagado de tributos y préstamos e inyecciones de liquidez para apoyar a las empresas, medidas informadas pero al margen del diálogo social y que son insuficientes para paliar el deterioro de nuestro tejido productivo.

Desde UGT Galicia entendemos que resulta imprescindible que en nuestra comunidad se acometa igualmente, y a través del diálogo social, un proceso que pueda culminar con un plan de medidas con respaldo presupuestario preciso para dar una respuesta eficaz a las necesidades sociales actuales, pero también para preparar la actividad económica y el trabajo para la salida del estado de alarma, diseñando planes de movilidad de la ciudadanía, realizar un análisis y evaluación de los diferentes sectores económicos, anticiparnos a la previsible segunda ola de ERTE y diseñar un plan de medidas económicas para acelerar la recuperación de la actividad. También es el momento de apoyar con urgencia las políticas activas de empleo en las que trabajamos en el diálogo social, medidas de protección adicional para las personas en situación de desempleo; incrementar sin titubeos la inversión en seguridad y salud laboral; prestar apoyos reales a empresas y autónomos para que mantengan el empleo y puedan asegurar el reinicio de la actividad en condiciones de seguridad y abordar la modernización y digitalización de su actividad. Es preciso incrementar las ayudas de emergencia social y acelerar las medidas de lucha contra la pobreza, enfocándolas a los colectivos más vulnerables; y apoyar la conciliación de la vida laboral y familiar, muy especialmente, mientras se mantengan cerrados los centros educativos.

Todo esto se debería hacer a través de un acuerdo social para la reactivación de la economía y proteger las situaciones de vulnerabilidad de las personas. Un acuerdo, evidentemente, con presencia sindical porque otras iniciativas adaptadas por la Xunta hasta el momento, como el comité de asesores anticrisis, carecen, para nosotros, de una de las principales patas de este bando, la representación de los trabajadores que, en definitiva, va a ser uno de los colectivos más perjudicados en esta crisis.

CIG. Entendemos que hay organismos e instituciones públicas gallegas que ya tienen esa función, como el Consello Económico e Social y el Consello Galego de Relacións Laborais a los que habría que respetarles las atribuciones que les corresponden para abordar esta situación y no ir a un comité en el que lo que se pretende es dar voz exclusivamente a un grupo de expertos y de empresas. Rechazamos cualquier "reconstrucción" asentada en el modelo de exaltación de lo privado, del libre mercado y de las políticas neoliberales expresadas en la legislación económica, social y laboral que se mantienen intactas desde que se aprobaron en 2012 y en adelante, que tan brutales consecuencias tuvieron para las condiciones laborales, salariales, y de vida de la clase trabajadora en Galicia. Por lo tanto cualquier diseño que se haga del futuro laboral pasa primero por la derogación de esas reformas laborales y sociales.

Hay que tener en cuenta todo esto, igual que antes de esta crisis sanitaria en Galicia estábamos inmersos en una ola de recortes y privatizaciones de servicios públicos y sumidos en una profunda crisis social, industrial y demográfica ya de por sí de emergencia nacional y social. Precisamente por todo lo dicho, la CIG defiende desde hace años toda una serie de medidas en materia de empleo que siguen estando plenamente vigentes y cualquier propuesta que se haga para reactivar la economía y el empleo debería pasar por avanzar en el autogobierno, preservando y reforzando lo público, con la intervención de sectores estratégicos y haciendo uso de todas y cada una de las competencias que tiene la Xunta de Galicia, en lugar de eludir las responsabilidades, como hizo durante los últimos 11 años, y sigue haciendo, Feijóo.