Galicia da por concluida la fase aguda de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Tras reducirse en un 74% los contagios diarios respecto al pico de propagación del virus, la alerta se rebaja del nivel tres al dos (en una escala de cuatro). "Estamos conteniendo la pandemia", proclamó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien advirtió, en todo caso, de que "no se puede bajar la guardia" ni caer en "triunfalismos ni autocomplacencias".

Los datos en todo caso avalan que lo peor ha pasado. El número de contagiados por día cayó un 74% respecto al pasado 5 de abril, que fue el pico de la pandemia. Las personas hospitalizadas descendieron un 21% en comparación con el punto álgido de la epidemia y hay un 28% menos de personas en la UCI. De las 178 que llegaron a estar en cuidados intensivos en los peores momentos de la crisis, se ha bajado a 128.

Tras reunirse el pasado martes el comité clínico asistencial del Sergas, Feijóo comunicó ayer que los expertos "dan por superado el pico" de la pandemia en Galicia. Los hospitales de campaña que estaba montando la Consellería de Sanidade en A Coruña y Santiago (también se preveía uno en Vigo) ya no serán necesarios, según explicó el presidente.

El Gobierno gallego se prepara ya para la vuelta a la normalidad. Todo ello, siempre que "no haya un rebrote en los próximos meses o a final de año", tal y como aclaró el titular de la Xunta. En todo caso, Feijóo defendió la necesidad de disponer de datos que permitan conocer el impacto de la pandemia. Así, al margen del estudio epidemiológico que ya ha anunciado el Gobierno, la Xunta realizará su propia encuesta sobre "un porcentaje significativo de la población gallega" para conocer de forma fiable la situación real de inmunidadla Xunta realizará su propia encuestainmunidad.

Este estudio empezará a realizarse a finales de la próxima semana y estará terminado a principios de mayo. En base a los resultados del citado estudio se irán adoptando y proponiendo las medidas "más recomendables para ir abriendo determinados sectores económicos y tomar decisiones sobre la vuelta a la normalidad e ir saliendo progresivamente de las restricciones".

El presidente de la Xunta defiende, de hecho, que la desescalada de la crisis debería tener "distintas intensidades en función de los territorios". "No sería descabellado", señaló. En su opinión, "hay que valorar esa posibilidad" porque ni toda España es igual ni tiene el mismo porcentaje de inmunidad y en función de eso se podría estudiar "si conviene o no ir abriendo determinados sectores en algunas zonas o ayuntamientos".