En tiempos de confinamiento, el ocio es la ventana que la sociedad espera que se abra para poder emprender un nuevo viaje o irse al cine o al teatro para evadirse de las negras cifras de contagios y fallecidos que deja cada día el Covid-19. Y los empresarios turísticos y del sector de la cultura esperan que las distintas administraciones pongan fin a esta etapa de incertidumbre y además habiliten ayudas que garanticen la supervivencia de sus negocios.

¿Cuándo? ¿Cómo? Son las dos preguntas que un mes después de haberse decretado el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, se hacen los empresarios turísticos, un sector que en Galicia representa el 10,4% del PIB y cuenta con casi 123.800 trabajadores (el 11% del empleo en la comunidad). Con la vista puesta en el verano, propietarios de hoteles, viviendas turísticas y negocios de hostelería trabajan para ofrecer un turismo diferente al de años anteriores, ya que el turista extranjero -que representaba el 25% de la temporada alta„se da por perdido. Ahora, dan por hecho que toca "reinventarse" en busca de un turismo de proximidad, que busca alejarse de las zonas masificadas y quiere naturaleza y tranquilidad. La España verde y, por tanto Galicia, aseguran, se verá menos golpeada por la crisis del coronavirus.

Clúster del Turismo. Flexibilización y liquidez son la clave para el futuro del sector turístico. Ya en marzo, el Clúster del Turismo demandó a la Xunta, entre otras medidas, la flexibilización laboral para adaptarse a la demanda, oxígeno financiero para mantener las empresas, políticas fiscales y laborales orientadas a la formación así como acciones orientadas a la promoción dirigidas a recuperar la confianza del viajero, según detalla el presidente del Clúster del Turismo en Galicia, Cesáreo Pardal. Solo así, advierte, se evitará el cierre de empresas. "La situación de incertidumbre es tal que no podemos trabajar con un horizonte temporal claro. Aún es pronto para saber si será posible salvar una parte de la temporada alta", reconoce Pardal. "Contamos con la gran ventaja de que una parte importante de nuestros visitantes proceden del turismo nacional pero, en la situación actual, no sabemos cuál será su comportamiento", advierte. Con la vista puesta en el Xacobeo del próximo año, el sector quiere confiar en la fuerza del fenómeno del Camino y la apuesta que la Xunta hace por la promoción del Xacobeo: "Jugará un papel claro como elemento tractor e polo de atracción para paliar la crisis y ayudarnos a recuperar parte de lo que estamos perdiendo".

Empresas de hospedaje. Por un turismo slow. Este podría ser perfectamente el lema del sector para este verano. "Aunque hoy la incertidumbre es todavía total, intentaremos transmitir confianza al no ser un destino masificado, sino un lugar al que se puede viajar en familia y sin riesgo de contagio", destaca Richard Huerta, presidente en funciones de Hospeco (Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña). La España verde, asegura, será la menos dañada por el impacto de la crisis del coronavirus. "El gran impacto -advierte„ lo sufrirán en Levante, Andalucía o Canarias". El sector ya ha empezado a compartir líneas de trabajo con vistas a la campaña de verano. Turismo de proximidad, será la clave para la temporada alta, ya que el puente de mayo y San Juan se dan por perdidos. "Galicia será un lugar atractivo para viajar en coche, estar en un sitio para descansar tras dos o tres horas de viaje y tener todas las garantías sanitarias en el destino elegido", proclama Huerta. Para ello, los establecimientos deberán tomar todas las medidas necesarias: desinfección del alojamiento, uso de geles higienizantes y desinfectantes o termómetros para los clientes.

Viviendas turísticas. Hasta el momento, ninguna cancelación en las reservas en pisos turísticos de Galicia para este verano, según destaca la presidente de Aviturga, Dulcinea Aguín. Todo dependerá de cómo el Gobierno gestione la pandemia y reordene la apertura de los establecimientos turísticos. El colectivo de viviendas vacacionales en la comunidad ya tiene un acuerdo con una empresa para proceder a la desinfección. "Galicia es un paraíso para recuperar el estado de ánimo, hay playa, montaña, zona rural, enología, aventura...", destaca Aguín con la vista puesta en un verano que espera sea prácticamente como años anteriores. El golpe, lo sufrieron, con la pérdida de lleno de la reservas de Semana Santa, puentes de San José y de mayo. "Es el momento de reinventarse, no todo puede depender de ayudas; hay que adaptarse a las nuevas circunstancias", especifica la representante de Aviturga.

Escritores y librerías. La Asociación Galega de Editoras, Asociación de Escritores e Escritoras en Lingua Galega y la Federación de Librarías de Galicia instan a la Xunta a concretar qué medidas va a tomar para reactivar el sector del libro gallego. Entre otras propuestas, creen que la recuperación del sector debería pasar por la consolidación de un "bono libro" familiar, el apoyo a la edición con una convocatoria específica de ayudas, campañas de fomento de la lectura, incremento del 50% en la dotación para compra de bibliotecas, un plan de choque para después del estado de alarma para las librerías, y la redistribución en su favor del presupuesto destinado al Xacobeo 2021. Inciden además en las especiales dificultades por las que pasan las pequeñas editoriales y las librerías que funcionan bajo el régimen de autónomos y en la situación editorial del libro educativo; así como las entidades y asociaciones vinculadas al sistema literario, incluidos los escritores. Urgen al Gobierno gallego a marcar ya un presupuesto y un calendario de ejecución de las ayudas.

Productoras. Para Felipe Lage Coro, presidente de la Asociación Galega de Produtoras Independentes (AGAPI), resulta "fundamental" que las empresas audiovisuales puedan desarrollar nuevos proyectos que posibiliten un escenario de futuro con carga de trabajo. "No pedimos limosnas", afirma, sino un compromiso que garantice las ayudas públicas pendientes "como se hizo en otros sectores y que apueste por la seguridad jurídica en los trabajos ya iniciados". Para Lage, el confinamiento ha dejado claro que la cultura es un bien necesario para la sociedad "en el que está suponiendo un alivio y un acompañamiento básico". Es de justicia, dice, que este sector cuente con recursos económicos suficientes: "Las administraciones y entes públicos como la TVG deben apostar de una forma decidida y urgente por nuestras empresas, ayudando a superar la precariedad endémica que nos acompaña desde la anterior crisis".