Más de 600 personas han fallecido por la pandemia de coronavirus en Portugal, cuyo presidente, Marceo Rebelo de Sousa, ya plantea en el decreto de prórroga del estado de emergencia la "apertura gradual o intercalada de servicios, empresas y establecimientos comerciales". El Ministerio de Sanidad registró desde el miércoles 750 nuevos infectados y 30 muertos más, lo que eleva el balance provisional de contagiados y fallecidos a 18.841 y 629, respectivamente. De los enfermos, unos 1.300 están ingresados en hospitales, 229 de ellos en unidades de cuidados intensivos, según la cadena pública RTP.

Rebelo de Sousa remitió a la Asamblea de la República el texto que prolonga el estado de emergencia hasta el 2 de mayo y en el que, por primera vez, se plantea una retirada progresiva de las medidas de restricción de movimientos decretadas en estas últimas semanas, "en función de la evolución de los datos y teniendo en cuenta la experiencia de otros países europeos". El jefe de Estado propone que esta vuelta a la actividad se regule adaptando horarios, por sectores de actividad, por tamaño de empresa o con criterios geográficos, entre otras ideas.

El secretario de Estado de Salud, António Lacerda Sales, destacó ayer que el Gobierno portugués irá adaptando las restricciones en función de la evolución de las necesidades. En este sentido, indicó que la recuperación de una actividad "más normal" no es incompatible con el mantenimiento de ciertas medidas de contención.

El estado de emergencia rige en el país vecino desde el 19 de marzo. A la espera de que la extensión reciba luz verde parlamentaria y el Gobierno del socialista António Costa defina su contenido y límites, la prensa portuguesa apunta que el decreto del presidente deja la puerta abierta a modificar las restricciones de movimiento por edades e incluso por territorios.

"Empieza a verse la luz al final del túnel", dijo el miércoles el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien participó junto al primer ministro en una reunión con los especialistas que siguen la evolución de la pandemia del Covid-19.

Autobús interceptado

La Guardia Civil interceptó en Zamora y devolvió a Portugal un autobús que se dirigía a Suiza y que llevaba un mayor número de pasajeros de los permitidos por las restricciones del estado de alarma en España. El autobús cruzó la frontera en Galicia y en el paso fronterizo la Policía Nacional ya le requirió para que reubicara los viajeros en dos vehículos, algo que hizo inicialmente pero unos kilómetros después los volvió a colocar en un solo autobús, según informó la Guardia Civil en un comunicado.

Posteriormente, una patrulla de la Benemérita dio el alto al autobús cuando circulaba por la autovía A-52, donde comprobaron que se incumplía la separación obligatoria entre pasajeros. El autobús se dirigía a Suiza e iba a hacer escala en Francia, pero se vio obligado a regresar a territorio portugués por las irregularidades.

Al incumplir las restricciones del estado de alarma por falta de seguridad para los viajeros y además por ser reincidente, los agentes obligaron al transporte colectivo a retornar a la frontera con Portugal en Chaves (Ourense).