Sectores como el naval ya empezaron a sufrir los primeros síntomas de la crisis desatada por coronavirus antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma. Casi un mes antes del confinamiento y la paralización de casi todas las actividades en el país, el naval gallego ya tuvo que enfrentarse al embate de la pandemia, con problemas en los suministros, importaciones y exportaciones afectadas. trámites paralizados, pérdidas de vuelos...

“No hay clientes ni proveedores, se está trabajando con lo que ya existía, y el suministro que llega es solo nacional; el daño al sector es importante y a día de hoy es difícil de cuantificar”, detalla Óscar Gómez, gerente de Aclunaga (Asociación del Clúster del Naval Gallego).

El sector advierte de que el impacto de la crisis ha sido “enorme”, pero tiene una lista de medidas con las que espera salir a flote antes y evitar que el impacto del Covid-19 deje a muchas empresas por el camino.

Desde el Clúster del Naval, consideran que las medidas tomadas por Gobierno en la recta final del confinamiento son suficientes. Una vez levantado el estado de alarma, el sector ve necesario que se extiendan hasta finales de año la reducción y exoneración de impuestos anunciada, así como aplicar la reducción de tasas portuarias y de importación y exportación. Ambas medidas económicas serán un balón de oxígeno para las pequeñas y medianas empresas.

El hecho de que no se hayan tomado medidas generales desde Europa para hacer frente a la pandemia hará más difícil la vuelta a la normalidad, según advierte el gerente de Aclunaga. “Eso hará que no todos vayamos al mismo ritmo y que cuando nosotros levantemos el estado de alarma, en otros países todavía habrá confinamiento y, en consecuencia, si no hay clientes fuera de nuestras fronteras, estaremos parados”, lamentan desde el Clúster del Naval.

Con el objetivo de minimizar el impacto de la crisis sanitaria sobre el empleo, una medida que permitiría subsistir a los sectores más golpeados por la pandemia sería una línea de ayudas para fomentar la contratación. “Ayuntamientos y diputaciones pueden hacerlo, también con cursos de formación para el reciclaje para así poder adaptarse”, destaca Óscar Gómez.

Otros elementos clave para la supervivencia del sector es la potenciación del consumo en España y, en consecuencia, las deducciones fiscales, así como agilizar las autorizaciones para que las empresas españolas fabriquen productos de protección. “Se está comprando en China y la espera es de unos 15 días”. “No puede haber problemas de abastecimiento, y faltan guantes, buzos y filtros especiales”, apunta el gerente de Aclunaga.

Una de las preguntas que se hace Gómez por todos los sectores afectados por el confinamiento es qué va a pasar con los niños. ¿Para cuándo la vuelta a clase? Es una cuestión clave ya que, advierte, las familias se tienen que organizar en el trabajo mientras los niños no vuelvan al colegio.