A Coruña pisa el acelerador en la carrera científica contra reloj que se lleva a cabo en todo el mundo para mejorar la prevención, el diagnóstico y el abordaje clínico del Covid-19. El Complexo Hospitalario Universitario (Chuac) de la ciudad participará en cuatro de los 42 ensayos clínicos aprobados hasta ahora por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, para evaluar la eficacia de varios compuestos como posibles tratamientos, o como profilaxis en colectivos de riesgo, contra la infección causada por el SARS-CoV-2. El centro de As Xubias dio la pasada semana los primeros pasos para empezar a probar un fármaco indicado contra la malaria, la hidroxicloroquina, para prevenir el contagio del personal sanitario que atiende a los afectados. Además, testará en enfermos moderados y graves el remdesivir, un antiviral desarrollado para combatir el ébola, usado contra el primer SARS y que ya ha demostrado efectividad in vitro y resultados preliminares alentadores en estudios en fase III contra el nuevo coronavirus; y evaluará la eficacia de combinar la ciclosporina A, un inmunosupresor indicado para pacientes con dolencias autoinmunes -por ejemplo, artritis reumatoide grave- con el tratamiento estándar que se administra a los enfermos con Covid-19.

El complejo hospitalario coruñés es el único centro gallego incluido en el ensayo clínico para testar la hidroxicloroquina como profilaxis en el personal sanitario en contacto con los pacientes infectados con el SARS-CoV-2 que promueve la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. En el estudio participan un total de trece hospitales españoles, como el Gregorio Marañón o La Paz de Madrid, el Vall d'Hebrón de Barcelona o el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Se espera que colaboren como voluntarios más de 1.500 profesionales en todo el país. Hasta 150, en las instalaciones de As Xubias. "El objetivo es comprobar si la administración de este medicamento es eficaz para prevenir la infección en profesionales sanitarios", explica José María Gutiérrez Urbón, adjunto del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Chuac, quien especifica que los voluntarios que participen en este estudio "serán divididos en dos grupos de tratamiento". "Durante cuatro semanas, unos tomarán la hidroxicloroquina y los otros un placebo. Pasado ese tiempo, se evaluará si quienes recibieron el fármaco tienen menos riesgo de infección, y si han sufrido o no efectos secundarios", explica Gutiérrez Urbón. "El estudio fue autorizado la pasada semana por la dirección médica del hospital. Estos días nos llegó la medicación, y lo hemos estado divulgando entre los profesionales del centro. Recibimos ya correos electrónicos de un montón de compañeros interesados en participar, aunque finalmente no todos lo podrán hacer porque hay unos criterios de inclusión muy restrictivos", puntualiza.

El de la hidroxicloroquina es el primer ensayo clínico sobre Covid-19 iniciado en el Chuac, aunque el complejo coruñés está incluido en otros tres estudios autorizados ya por Sanidad que echarán a andar en los próximos días. Dos de ellos evaluarán, en enfermos moderados y graves, la eficacia del remdesivir, un antiviral desarrollado para combatir el ébola y usado contra el primer coronavirus conocido (el SARS de 2002), que ha demostrado efectividad in vitro y que, según publicó este sábado The New England Journal of Medicine, habría logrado resultados preliminares alentadores en un ensayo en fase III llevado a cabo en Chicago (EEUU). El otro testará la eficacia de combinar la ciclosporina A, un inmunosupresor indicado para pacientes con dolencias autoinmunes, con el tratamiento estándar que se administra a los pacientes con el nuevo coronavirus. El centro coruñés tiene "en cartera" entre y cuatro y seis ensayos clínicos más, como el de la sueroterapia, consistente en administrar plasma sanguíneo de pacientes que han superado la infección para tratar de curar a otros enfermos. También hay sobre la mesa una "propuesta para testar el efecto de la melatonina", pendiente del visto bueno ministerial, avanza el director científico del Instituto de Investigación Biomédica (Inibic) de A Coruña, Francisco Blanco, quien destaca la implicación de los profesionales del área sanitaria coruñesa también en la búsqueda de "respuestas, datos e información que apoyen y justifiquen" ese paso a la clínica.

Blanco detalla que, en la actualidad, el Inibic tiene en marcha hasta una docena de investigaciones sobre el SARS-Cov-2. Una cifra que en los próximos días puede variar. "Esto es algo muy vivo, cada día surgen ideas y propuestas nuevas dentro del hospital", subraya el director científico del centro. La mitad de esos proyectos optan a la convocatoria extraordinaria del Instituto de Salud Carlos III de Madrid para financiar iniciativas destinadas a mejorar la prevención, el diagnóstico o el tratamiento, pero también a buscar factores de predicción de la evolución de la enfermedad causada por ese coronavirus. "Todos los proyectos que están en marcha son igual de interesantes. De hecho, estoy convencido de que algunos de ellos saldrán adelante con esa financiación o sin ella, porque realmente merecen la pena", señala el doctor Blanco, quien subraya que se trata de iniciativas "excelentes", ideas innovadoras centradas en áreas como la proteómica, la farmacogenética o la inteligencia artificial. En su desarrollo colaboran instituciones como la Universidade da Coruña -a través del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA) y del Centro de Investigaciones en TIC (Citic)-, la Plataforma Nacional de Proteómica o las universidades de California y Arizona y el servicio americano de salud. "Los proyectos de investigación tienen que ser, en este caso, multidisciplinares, multicéntricos y con diferentes visiones", remarca.

El director científico del Inibic recalca, además, que toda esta actividad investigadora se puede llevar a cabo gracias a la puesta en marcha, al inicio de la pandemia, de dos registros, uno con los datos clínicos y otro con muestras biológicas, de todos los pacientes con Covid-19 que ingresan en el ChuacCovid-19Chuac. "Constituyen la base, y una herramienta fundamental para poder encontrar explicación y responder a los problemas que presentan estos enfermos", indica Francisco Blanco, quien reitera de nuevo la implicación de todos los profesionales del complejo hospitalario coruñés -desde los médicos, hasta los enfermeros o los celadores, pasando por el personal administrativo, los informáticos o los data managers-, de "todos", para confeccionar estos dos registros, "que son claves y sirven también de apoyo para la elaboración de otros muestrarios más individualizados por área o servicios". "A todas las especialidades les interesa saber cómo van sus pacientes con Covid-19, y qué dificultades pueden tener", señala.

El doctor Blanco reivindica el papel "fundamental" de la investigación y la ciencia para "salir de la pandemia de coronavirus", y lo hace comparando la actual situación con el hundimiento de un barco. "El mundo era como un barco que navegaba razonablemente bien, con un rumbo adecuado. De repente, un elemento inesperado ha provocado una vía en el casco de ese barco, ha empezado a entrar agua a todo gas, y hemos tenido que achicar ese agua a toda velocidad, de la manera que fuese. Esto es lo que han hecho, desde el primer momento, todos los profesionales sanitarios. Ahora lo que hay que ver es dónde está esa vía de agua que está provocando ese desastre en el barco, y cómo taparla. Cuáles son las causas de este virus, y cómo se le debe atacar. Y eso solo se puede hacer con investigación y con ciencia", subraya el director científico del Inibic, quien insiste en el reto "sin precedentes" al que se enfrentan tanto los sanitarios, en primera línea contra el SARS-Cov-2, como los científicos que trabajan en la retaguardia para generar conocimiento que permita dotar al personal de los centros de salud y los hospitales de herramientas eficaces para tratar a los afectados. "Aparte de investigador soy reumatólogo, y en treinta años de profesión, jamás he asistido a nada igual", remarca, e insiste en que, pese a lo extraordinario de la situación, "todos los compañeros están respondiendo de una manera muy satisfactoria". Un esfuerzo que, espera, se vea recompensado con el reconocimiento y el respaldo a la sanidad y a la ciencia por parte de las Administraciones. "Confío en que esta situación suponga un antes y un después para que las instituciones den a la sanidad y a la ciencia el lugar que se merecen. Sería muy difícil justificar que no fuese así, y que la sociedad lo entienda", advierte.