Ante un cada vez más próximo, aunque no hay una fecha concreta para ello, levantamiento de las restricciones del confinamientos y reactivación de la economía, las comunidades autónomas se apresuran a diseñar sus propios planes de desescalada con criterios muy dispares, pues cada una atiende sus intereses territoriales.

Ante esta profusión de estrategias, el Gobierno lanzó ayer la advertencia de que si bien todas las aportaciones se tendrán en cuenta, suya es la responsabilidad única de programar el desconfinamiento hasta alcanzar la "nueva normalidad". "Las comunidades autónomas van a tener un papel muy importante, pero va a ser el Gobierno el que va a dirigir el proceso", avisó el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Así lo expuso en rueda de prensa conjunta con la titular de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, al término del Consejo de Ministros que aprobó una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo inclusive en los términos autorizados por el Congreso de los Diputados el miércoles pasado.

De esta forma Illa descarta que el Gobierno esté pensando en ceder el mando a los Gobiernos autonómicos para la toma de decisiones en la llamada fase de desescalada, lo que apunta a que el estado de alarma se extenderá más allá del 10 de mayo, cuando vence la última prórroga autorizada por el Congreso. En realidad, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya avanzó el pasado 4 de abril de que habría "sucesivos estados de alarma" en el camino hacia la "nueva normalidad", un periodo en el que las restricciones se irían levantando de forma gradual.

Para diseñar la planificación de esta desescalada, el Gobierno convocó ayer a las autonomías al Consejo Interterritorial de Salud, donde estaba previsto avanzar en la redefinición de los marcadores que permitirán identificar qué territorios están en condiciones de ir levantando de manera gradual las medidas de confinamiento y restricción de los desplazamientos y actividad comercial. Esos criterios, que serán comunes para todos, añadió Illa, "fijarán el marco bajo el cual el Gobierno dirigirá este proceso de transición hacia la nueva normalidad" que, esta vez sí, podrá ser asimétrico, de manera que se permita a unos municipios, provincias e incluso comunidades autónomas avanzar hacia la vuelta a la normalidad más rápido que otros.

El ministro consideró positivo que cada comunidad autónoma, ayuntamiento e incluso cada sector económico presenten sus propuestas de vuelta a la normalidad, si bien no entró a valorarlos porque aún los desconoce y porque, en todo caso, será el Ejecutivo central el que defina la ruta de salida de la crisis sanitaria.

Galicia no ha sido ni la primera ni la única que ha presentado una propuesta para ir aliviando el confinamiento. Por ejemplo, Canarias cuenta con el plan más detallado, planteando salir de casa ya a partir del lunes por turnos, según edades y en función del número --par o impar- de la vivienda, además de la apertura de comercios y peluquerías, con controles de acceso, y la posibilidad de hacer deporte al aire libre en horario restringido. En una siguiente fase, se contempla permitir actividades de culto religioso y abrir tanatorios y centros comerciales; y en una tercera se abrirían, con restricciones, playas, cines, teatros, restaurantes y bares.

Cataluña aprobará su plan hoy y contempla una apertura en cinco fases y test masivos, abriendo la puerta a la creación de un certificado de inmunidad, aunque sobre este último punto discrepan los socios de gobierno (JxCat y ERC).

En Madrid, la comunidad más golpeada por el virus, se ha sugerido que puedan pasear las embarazadas o personas que por sus circunstancias lo necesiten; y el ayuntamiento de la capital proyecta ampliar las terrazas de los bares, reducir aforos e instalar mamparas, para recuperar cuanto antes la actividad de la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria. Andalucía plantea la apertura progresiva y con limitaciones de cara al verano de restaurantes, hoteles y playas -Marbella y Mijas quieren reabrirlas desde el domingo para los paseos de los niños-, y ha propuesto encabezar la desescalada en municipios y comarcas sin casos, en provincias como Almería y Huelva, contemplando también la vuelta a las clases a mediados de mayo.

El País Vasco trabaja con otro plan propio y otras comunidades como Cantabria, Murcia, Aragón o Extremadura van por la misma senda, pero si hay algo que las caracteriza es la falta de criterios comunes, pues ni coinciden ni en horarios, ni en sectores económicos, ni en plazos ni en la forma de salir a la calle los mismos colectivos.