Desde que se declaró la pandemia, al personal de los centros de salud le ha tocado colgarse del teléfono. Primero para reorganizar las citas, reduciendo en la medida de lo posible las presenciales, y ahora, desde este jueves, para que una muestra de 50.925 personas se acerque a ellos. La cifra responde a la primera fase del estudio epidemiológico que la Xunta ha iniciado para conocer el estado del virus en la comunidad, en la que realizará 100.000 test a participantes escogidos de forma aleatoria entre las comarcas y los siete núcleos urbanos. Los primeros seleccionados ya han pasado por sus ambulatorios, un proceso que se puede rechazar, para detectar si cuentan con anticuerpos frente al Covid-19.

En el centro lucense Palas de Rei, Tonecho Gómez fue el primero en acudir. "No había mucha gente esperando, porque querían mirar cómo funcionaba el programa. Todavía estaban entrando las aplicaciones", explica el técnico deportivo. Le llamaron el miércoles, y a las 09.15 horas del día siguiente ya estaba en el centro como un reloj. A diferencia de otros complejos, el Palas de Rei no ofrece la alternativa de realizar la prueba desde el coche, pero Gómez no pensó en eludirla.

Por su trabajo sale de casa todos los días, y quería estar seguro de que "no están contagiados" ni sus hijos ni sus padres. Cuenta que el test fue un pequeño pinchazo, y que, por suerte, ni estaba infectado ni había estado en contacto con el Covid, un resultado que le comunicaron "al momento". El protocolo difiere respecto al ambulatorio en el que se ponga la lupa, tanto en la espera para sus conclusiones como en el método y la inclusión o no de una encuesta. A Gómez se la realizaron en el mismo centro, pero otros, como Antonio Cervelo, la respondieron vía telefónica, y debe aguardar al lunes para que contacte con él su médico de la Casa del Mar.

Al test se sometió ayer con la duda de "si tendría que abrir alguna puerta", pero no tuvo "que tocar nada" y regresó con la sensación de que "estaba todo controlado". Tania Teixeiro ni siquiera se vio obligada a entrar cuando llevó a su hija Daniela, de un año y seis meses, al ambulatorio de Verín. El centro ha habilitado unos "ventanucos" para realizar desde la calle la prueba que, por lo que supo "a los 15 minutos", dio negativo. "Lo ponen todo muy fácil, yo quedé muy contenta. Pero ojalá hubiera más test".