Portugal conmemoró ayer su 25 de abril más atípico en pleno estado de emergencia, sin celebraciones en la calle pero con cantos a la libertad desde las ventanas para recordar la Revolución de los Claveles.

Con el desfile que tradicionalmente recorre la Avenida da Liberdade de Lisboa cancelado, las conmemoraciones de los portugueses se trasladaron a las ventanas del país, que este año fueron testigo de las celebraciones.

Aplausos, el himno portugués, gritos de "fascismo nunca más" y canciones ligadas a la revolución, como la célebre Grândola Vila Morena, se escucharon por las calles semivacías de Portugal en el 46 aniversario de la revolución.

Tampoco faltaron los claveles, y aunque con el confinamiento no se vieron tantos, algunos ciudadanos aprovecharon sus salidas a hacer compras o sus paseos para lucir la flor en la solapa.

Portugal suma al menos 880 muertes con Covid-19 y 23.392 contagios.