Siete millones de niños vendrán al mundo en los próximos meses aunque sus madres no lo busquen. Es una advertencia del Fondo de Población de la ONU (UNFPA, por sus siglas en inglés) respecto a las consecuencias de la pandemia en la salud de las mujeres. Más de 47 millones de ellas perderán acceso a métodos anticonceptivos en los países en vías de desarrollo, según un estudio revelado ayer.

El informe de UNFPA señala que ante la extensión de la epidemia y las medidas restrictivas adoptadas por la mayoría de los países, "los embarazos no deseados, la violencia de género y otras prácticas dañinas" para las mujeres tales como la mutilación genital femenina "se dispararán con millones de casos". La investigación divulgada por la ONU revela "la enorme escala del impacto del Covid-19 en las mujeres" a consecuencia de la saturación de los servicios de salud. "Las ayudas se cerrarán o solo se proveerán de manera limitada, y muchas mujeres y niñas evitarán importantes chequeos médicos por miedo a contraer el virus", añade.

Las previsibles interrupciones en el tránsito global de mercancías "pueden conducir a una significativa escasez de anticonceptivos" y la violencia de género "remontará por cuanto las mujeres se quedan atrapadas en casa por periodos prolongados", apunta el estudio del Fondo de Población.

La investigación del UNFPA, realizada con aportaciones de Avenir Health, la Johns Hopkins University (EEUU) y también de la Universidad Victoria (Australia), desvela además que, por cada trimestre que se prolongue la interrupción de los servicios de salud sexual y reproductiva, otros dos millones adicionales de mujeres dejarán de usar los anticonceptivos modernos.

"Estos nuevos datos muestran el impacto catastrófico que el Covid-19 puede tener pronto en las mujeres y niñas de todo el mundo. La pandemia está ahondando las desigualdades, y millones de mujeres y chicas se arriesgan ahora a perder la posibilidad de planificar sus familias y proteger sus cuerpos y su salud", declaró la directora del UNFPA, la doctora Natalia Kanem. "La salud reproductiva y los derechos de las mujeres tienen que ser salvaguardados a toda costa. Los servicios tienen que continuar, los suministros deben llegar y los más vulnerables han de ser protegidos".