La redacción actual de los ERTE por causa de fuerza mayor por el coronavirus limita su eficacia al estado de alarma. Es una estrechez temporal contra la que se manifestaron este fin de semana en FARO los representantes en Pontevedra de la hostelería o los talleres de reparación, César Sánchez Ballesteros y Enrique Fontán, respectivamente. Los sindicatos también respaldan la solicitud de alargarlos en el tiempo para mitigar la destrucción de puestos de trabajo. CCOO propuso así ayer una prórroga de seis meses de este tipo de expedientes para la hostelería y el turismo; UGT-Galicia revindicó su extensión durante el periodo de desescalada. "Si no es así, todo el esfuerzo realizado se irá por el sumidero y se destruirá el empleo que conseguimos preservar y las empresas desaparecerán", defendió la central que dirige José Antonio Gómez.

Comisiones lo hizo a través del informe El turismo tras el Covid-19, remitido por la Federación de Servicios del sindicato al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en el que llama a "seguir apostando de forma decidida" por mantener el tejido empresarial del sector turístico, compuesto principalmente por autónomos y pymes, garantizando siempre "el sostenimiento del empleo". En este sentido, insiste, "las empresas y sus plantillas son la base del sostenimiento del sector y de la reconstrucción de su futuro", en el que deberán sobreponerse al impacto de la actual crisis económica y social. "La recesión económica y la incertidumbre harán que el gasto en ocio o en turismo se reduzca notablemente y que haya decisiones de consumo más conservadoras, por lo que resulta muy complicado que a corto y medio plazo el turismo internacional recupere los niveles anteriores". Sánchez Ballesteros apeló de hecho a que los ERTE tengan flexibilidad para que puedan adaptarse a la evolución de la demanda.