El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rehusó asumir responsabilidades por el aumento de muertes por coronavirus y, en el día en que el país sudamericano superó a China en número de fallecidos, alegó que él no puede hacer "milagros" y que ya había advertido de que habría víctimas por esta pandemia. La cifra de muertos en Brasil, donde residen miles de emigrantes gallegos, superó el martes el umbral de los 5.000, después de confirmar en 24 horas la cifra récord de 474 fallecidos. Con estos datos sobre la mesa, el gigante sudamericano ya supera el balance de víctimas mortales en China, origen del virus, que ha informado de 4.634.

"¿Y qué? Lo siento. ¿Qué quieres que haga?", respondió Bolsonaro a los periodistas que le reclamaban una valoración de estas cifras. "Soy el Mesías, pero no hago milagros", dijo, haciendo alusión a su segundo nombre -el presidente brasileño se llama Jair Messias Bolsonaro-. A continuación, quiso lamentar la situación que están pasando muchas familias, "pero así es la vida". En este sentido, pronosticó que el 70 por ciento de la población se contagiará y añadió que "nadie negó nunca que habría muertes" derivadas del virus y la enfermedad que provoca, Covid-19.

Bolsonaro ha restado importancia en varias ocasiones al virus y ha cuestionado las medidas adoptadas en varios estados, en particular la restricción de los movimientos. Su postura le enfrentó directamente con el ministro de Sanidad, al que sustituyó la semana pasada

El nuevo ministro, Nelson Teich, ha propuesto reducir la distancia social, a pesar de que también ha reconocido que hay un "empeoramiento de la situación".

El ultraderechista Bolsonaro sí responsabilizó a los gobernadores y alcaldes del país, que han sido los impulsores de adoptar medidas de aislamiento, del aumento de las muertes por el Covid-19 en el país.

"Esa factura tiene que ser enviada a los gobernadores. Pregunten al señor João Doria (gobernador de Sao Paulo), al señor (Bruno) Covas (alcalde de São Paulo) por qué han tomado medidas tan restrictivas y continúa muriendo gente", dijo Bolsonaro a las puertas del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia. "Ellos tienen que responder. Ustedes no van a cargar en mis espaldas esa cuenta", añadió dirigiéndose a los periodistas. Preguntado de nuevo sobre cuál sería su responsabilidad al respecto, el jefe de Estado respondió: "La pregunta es tan idiota que no voy a responderte".

Tras las declaraciones de Bolsonaro, el gobernador de Sao Paulo protagonizó un duro pronunciamiento en el que invitó al presidente a "salir de su burbuja" y visitar los hospitales colapsados y las "personas agonizando". "Pare presidente con esta política de perversidad, pare de dificultar a aquellos que están luchando por salvar vidas, pare de hacer política en medio de un país que llora las muertes", dijo este miércoles Doria.

Bolsonaro, que defiende la vuelta "inmediata" a la normalidad y el fin de las cuarentenas, minusvalora el peligro de la crisis sanitaria desde que apareció el primer caso confirmado de nuevo coronavirus en el país, el pasado 26 de febrero.