El plan de desescalada del Gobierno se ha encontrado con el rechazo frontal del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ayer advirtió que tiene "serias lagunas de eficacia y de utilidad". Según sus palabras, es "confuso", "discrecional" y "contradictorio". "Galicia no lo puede avalar", advirtió. Y por eso exigirá cambios en el documento en la Conferencia de Presidentes del próximo domingo. El jefe del Ejecutivo gallego insiste en que la deshibernación debe realizarse en base a áreas sanitarias y critica que se prohíba la movilidad entre provincias. A su juicio, deben permitirse desplazamientos entre concellos o provincias si se encuentran en la misma situación epidemiológica.

Pero Galicia no ha sido la única comunidad crítica con el plan de desescalada. También Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco piden un desconfinamiento por áreas sanitarias en lugar de por provincias y por eso el Gobierno se ha abierto a hacer cambios. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó que estudiarán las propuestas de las autonomías. "Todo lo que sea enriquecer el plan será bienvenido", señala. Eso sí, supedita estas modificaciones a que estén "sustentadas por razonamientos técnicos y cumplan con los criterios que se exigen a las unidades territoriales para el plan de transición".

Feijóo no entiende que el Gobierno base su plan de desescalada en una delimitación administrativa del "siglo pasado", en alusión a las provincias. Mantiene que la referencia debería ser el área sanitaria y que lo lógico es atender a criterios de salud y no administrativos.

Pero no es la única pega que el jefe del Ejecutivo gallego pone al plan del Gobierno. "Tiene algunas luces y muchas sombras", advierte. Los aciertos se limitan, según expuso ayer, a que el Ejecutivo planificó una desescalada gradual y asimétrica por territorios.

Sin justificación

Pero la lista de fallos apuntados por Feijóo es más larga. En su opinión, "no tiene justificación sanitaria ni epidemiológica" que se impida la movilidad de ciudadanos de una provincia a otra hasta finales de junio. "Esto significa que un vecino de Padrón puede viajar a Ortigueira, pero no a Pontecesures que está al lado", ejemplificó.

Su propuesta es permitir los desplazamientos entre municipios limítrofes o provincias si se encuentran en la misma fase de la desescalada. "Y si las cuatro provincias gallegas están en la misma situación epidemiológica que puedan realizarse movimientos dentro del territorio de la comunidad", añade.

Illa, sin embargo, aseguró ayer que la nueva unidad territorial que propongan las comunidades debe garantizar la "estanqueidad" en términos de movilidad.

Feijóo echa en falta además en el plan de desconfinamiento del Gobierno un tratamiento específico para el rural. "Es un documento pensando para realidades urbanas", lamentó. En Galicia hay 140 municipios libres de Covid-19 que podrían ir directamente a la última fase de desconfinamiento y, sin embargo, tendrán que esperar varias semanas.

El paso de una fase de la desescalada a otra vendrá establecido por marcadores fijados por el Gobierno. Feijóo se muestra satisfecho porque algunos de los criterios que propuso Galicia están incluidos, pero no se concreta "cuál será el corte" que permita pasar de una fase a otra. El presidente de la Xunta es partidario además de no prolongar el Estado de Alarma. En su opinión, hay otras "fórmulas legales" para garantizar la desescalada.