El 90% de la vitamina D se obtiene a través de la exposición a los rayos solares y solo una mínima parte gracias a la alimentación. Su producción mejora con el ejercicio y empeora si se abusa de la comida rápida. Todo un cóctel que favorece que sus niveles desciendan durante el confinamiento obligado y que se dispare la demanda de suplementos en las farmacias. Los expertos piden cautela. "Basta con salir 15 minutos a la ventana a que nos de el aire y el sol en cuello, manos y cara para mantener los niveles", asegura la vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Paula Briones, que alerta del consumo de suplementos para obtener esta vitamina. "Solo son necesarios en colectivos específicos y siempre deben tomarse bajo prescripción médica", indica.

La D es una vitamina liposoluble que ayuda al cuerpo a absorber calcio y que es fundamental "para mantener el sistema musculoesquelético, a nivel intestinal o en otros procesos metabólicos", indica Briones, quien explica que el déficit de esta vitamina se presenta en forma de síntomas comunes en otro tipo de patologías como el estrés y por ello aconseja siempre acudir al médico para ver de qué se trata exactamente. "Entre los síntomas habituales está la debilidad muscular, el dolor de huesos, la caída del pelo, escamación de la uñas, pérdida de energía, dolor de cabeza o erupciones cutáneas", sostiene esta farmacéutica.

El sol es clave para que el ser humano obtenga esta vitamina. "El 90% la obtenemos por síntesis cutánea y solo un pequeño porcentaje por la dieta", indica Briones. Alimentos como el pescado azul (salmón, caballa, angula...) incluyen este nutriente, pero no en cantidades suficientes para llegar al nivel adecuado. Por ello, en pleno confinamiento, cuando durante más de un mes y medio no pudo salirse a la calle salvo para ir a la compra o a trabajar, la demanda de suplementos de vitamina D se disparó en las farmacias coruñesas. "Hubo un repunte de solicitud de vitaminas, no solo la D sino también la C, de zinc, etc... Creo que no es necesario y además muchos solo pueden adquirirse con receta médica", explica esta boticaria coruñesa, quien deja claro que el tiempo que se lleva de confinamiento no es suficiente para que los ciudadanos puedan registrar una gran bajada del nivel de vitamina D.

"Basta con salir todos los días a la ventana a que nos dé el aire y el sol en manos, cuello, cara, durante 15 minutos. No puede ser tras el cristal, debe ser exposición directa al sol", indica esta boticaria, quien recuerda que a partir de hoy se podrá obtener más vitamina D al salir a pasear. "Con media hora es suficiente y no hay que olvidar tampoco la protección solar. Querer tener vitamina D no puede hacer que no nos protejamos", recuerda esta farmacéutica, quien resalta que en el caso de Galicia -- con menos horas de sol que otras zonas del país- ya hay muchas personas con bajos niveles de vitamina D de forma habitual (más allá de la cuarentena), situación que "además es más frecuente en invierno".