Úrsula Caercher es una mujer brasileña afincada en A Coruña que no ha querido perder la posibilidad de oxigenarse tras cincuenta días de cuarentena. "Hacía mucho tiempo que queríamos salir, mucha gente parecía que quería lo mismo", afirma desde el paseo marítimo, a la altura de Riazor, convencida de que tras hacer un poco de ejercicio ganará en alegría, "siento que voy a estar más enérgica en casa", dice.